De momento no es nada fijo como ocurre con Australia (entre otros, por desgracia), pero de ir adelante, se acabarían prohibiendo los videojuegos violentos en Brasil.
Y no sólo eso, sino que, según se puede leer en 3djuegos.com:
De lo que se puede deducir (corríjanme si me equivoco) que no sólo se penalizaría la venta y/o fabricación de dichos juegos (se solucionaría importándolos o de otras maneras no muy legales a las que nos están animando con todo esto), sino que también estaría penalizado el importarlos de otros países en donde no estuviesen prohibidos.
Y no sólo eso, sino que, según se puede leer en 3djuegos.com:
Si prosperara se pondría “freno a la fabricación, distribución, importación, comercialización y custodia, almacenamiento de videojuegos que afecten a las costumbres y las tradiciones del pueblo, su culto, credos, religiones y símbolos”, con penas de 1 a 3 años de prisión para los que incumplan la ley
De lo que se puede deducir (corríjanme si me equivoco) que no sólo se penalizaría la venta y/o fabricación de dichos juegos (se solucionaría importándolos o de otras maneras no muy legales a las que nos están animando con todo esto), sino que también estaría penalizado el importarlos de otros países en donde no estuviesen prohibidos.