Guía Assassin's Creed: Unity

Asesinatos por resolver

El alcaide decapitado

 

 

Resuelve el macabro misterio del cadáver decapitado.

 

-Dificultad: 4

-Recompensa: Gladius

-Localización: Saint-Marcel (La Bièvre)

 

El alcaide decapitado El alcaide decapitado

 

Acércate al cadáver que está en esa tinaja con ácido para comenzar la investigación. Después de acusar al culpable habla con Lapparent para finalizar el caso.

 

Pistas de la curtiduría

 

-Declaración de Mathieu Rochon

Mathieu Rochon: el testigo escuchó ruidos extraños por la ventana. Cuando se asomó, vio que alguien estaba metiendo algo grande en la curtiduría. Pensó que era el ciudadano Gilbert, aunque parece que en esos días estaba de vacaciones.

 

-Declaración del dueño

Ciudadano Gilbert (propietario de la curtiduría): dijo que en el momento del crimen estaba de vacaciones y que el cuerpo pasó varios días en los productos químicos usados para el cuero. Además observó que la herida del pecho correspondía a una hoja personalizada. Las bandas locales las usan para señalar a sus víctimas.

 

-Espada corta

Una espada corta personalizada. Posiblemente el arma homicida. La guarda se forjó en forma de cruz, lo que explica la extraña punción que dejó en el cuerpo. Hay una marca de autor con la dirección de un herrero: rue de l'Arbalete, n.º 74.

 

-Cuerpo descompuesto

El cuerpo en descomposición de un hombre no identificado en una tina con ácido. La cabeza fue cortada limpiamente y presenta una puñalada en el pecho. Es extraño, pues la herida tiene forma de cruz. En el dedo lleva un anillo de oro decorado. La dirección del joyero aparece en la cara interior: rue l'Arbalete, n.º 84.

 

Pistas de la joyería

 

-Declaración del dueño

Ciudadano Touchet: el joyero reconoce que el anillo de la víctima es obra suya. Lo hizo para el alcaide Leroux, que ayuda a dirigir la prisión La Salpêtrière. Además me dio la dirección de su casa: rue de l'Arbalete, n.º 43.

 

Pistas de la herrería

 

-Declaración del herrero

Romain Trottier: el herrero reconoce haber fabricado la hoja. Es un encargo personalizado para Les Marcheurs Morts. La cruz indica que “la equis marca el lugar”. Tengo la impresión de que alguien ajeno a la banda se la compró.

 

Pistas de la casa del alcaide

 

Si prestas atención a lo que te revela la visión de águila, sobre todo desde la calle, localizarás sin problemas cada una de las pistas.

 

-Carta

Carta de Julien a Madame Camille.

“Mi amor, confieso que sigo contando los días hasta vernos de nuevo. Pero con la constante paranoia de Monsieur Leroux, temo que ese día nunca llegue. Cada soplo de su respiración tensa más las cadenas que aprisionan nuestro amor.”

Siempre tuyo,

Julien Lamond

 

-Carta del alcaide Leroux

Carta del alcaide Leroux al director de Seguridad ciudadana:

“Estimado Sr.:

Le transmito mi deseo de destituir a Hugo Solière de su pusto de sualcaide. En los últimos meses ha mostrado una actitud de insubordinación y una intolerable imprudencia en la gestión de los presos. Bajo su vigilancia se han producido en la última semana 2 intentos de fuga y diversos altercados entre los prisioneros. Espero su consejo.

Atentamente,

Alcaide Leroux”.

 

-Declaración de Genevieve Cerne

Genevieve Cerne (vecina de la víctima): dice que era extraño no ver a Les Marcheurs Morts. Siempre están en la taberna Le Creux: rue des postes, n.º 27.

 

-Declaración de Julien Lamond

Julien Lamond: al parecer, Madame Camille tenía un amante. Él dijo que estuvo en la casa de ella para consolarla. No parece afectado por la situación o preocupado por lo que la gente piense de su relación.

 

-Declaración de Madame Camille

Madame Camille (esposa de la víctima): cree que su marido se granjeó muchos enemigos por su trabajo. Llevaba dos noches desaparecido antes del aviso a la policía. Le preocupaba que la culpasen por su infidelidad. Muy sospechoso.

 

-Declaración de Minette Rosier

Minette Rosier (vecina de la víctima): esta vecina parece no confiar demasiado en la esposa del alcaide, Madame Camille, cuya inclinación adúltera la convirtió en objeto de habladurías en el vecindario.

 

Pistas de la taberna

 

-Declaración de Danton Marotte

Danton Marotte (líder de Les Marcheurs Morts): Danton estaba esperándome. Me confirma que el alcaide Leroux tenía deudas con Les Marcheus Morts. Afirma que no habría cometido el crimen porque estaba negociando con Leroux la liberación de algunos de sus hombres.

 

-Declaración del tabernero

Olivier Rivett: el tabernero afirma no saber nada del alcaide Leroux. Solo sabe que sirve cervezas y que el líder de Les Marcheurs Morts está en el piso de arriba.

 

Pistas de la prisión

 

-Cabeza en una pica

La cabeza del alcaide Leroux, puesta en una pica. Parece que el autor de este hecho intenta enviar un mensaje al subalcaide.

 

-Declaración del subalcaide

Hugo Soulière (Trabajaba con la víctima): el subalcaide parece estar afectado por la muerte del alcaide Leroux. Llegó a trabajar y vio la cabeza de Leroux en una pica junto al crematorio de La Salpêtrière. Al menos se conoce quién es el dueño del cuerpo. El subalcaide se despidió de Leroux el día antes. Se ve que quiere inculpar a Les Marcheurs Morts, la banda con la que Leroux tenía problemas.

 

Culpable

 

Hugo Soulière (en la prisión).

 

Resumen del caso

 

El alcaide Leroux ayudó durante muchos años a dirigir la prisión La Salpêtrière. El subalcaide, Hugo Soulière, se cansó de esperar a que llegara su turno. Al saber que el alcaide tenía graves deudas de juego con una banda local, Les Marcheurs Morts, Hugo vio su oportunidad. En prisión se informó bien sobre los métodos de la banda y encargó al herrero local una hoja similar a la que solían usar, que deja una marca en forma de cruz en la víctima. Después apuñaló al alcaide cuando se dirigía a su y arrojó el cuerpo a una tina llena de químicos de la curtidería. Se aseguró la sangrienta marca en forma de cruz se viera claramente.

 

Para que nunca pudieran relacionarlo con el crimen, el subalcaide Hugo decapitó a Leroux y colgó su cabeza en una pica frente a la prisión. Pretendía que pareciera un “mensaje” de Les Marcheurs Morts al siguiente alcaide, el propio Hugo. Para mayor fortuna, se descubrió que la esposa del alcaide, Madame Camille, había estado engañando a su marido con un amante. El subalcaide se sentía seguro.

 

Por desgracia, pese a su afán y cuidado para borrar todo su rastro, las propias palabras de Hugo fueron su condena. El subalcaide declaró que Leroux había abandonado su puesto la noche anterior, mientras que la esposa y los vecinos de Leroux revelaron que llevaba desaparecido al menos dos días.