Guía Dragon Age: Inquisition

El último acto

 

 

Se activa automáticamente tras haber terminado la misión principal anterior, Lo que ha traído el orgullo, independientemente de las decisiones tomadas.

 

El primer cambio es que si Morrigan bebió del pozo tendrás que hablar con ella en el patio de Feudo Celestial y si fuiste tu el que bebió, entonces ya podrás ir directamente al Altar de Mythal desde el mapa del mundo.

 

Después, aparte de una operación de juicio, si bebiste tú del pozo tendrás disponible también la operación Investiga el Pozo de las Penas, aunque al parecer dependerá de las elecciones tomadas durante los diálogos.

 

Antes de ponerte manos a la obra ya sabes lo que toca ahora, aunque si has ido haciendo las cosas según estaban disponibles antes de avanzar en la historia principal al igual que se hizo en Eliteguias, ahora prácticamente lo único que quedará por hacer será charlar un poco con tus compañeros de grupo y preparar bien tu equipo para el combate que va a venir a continuación.

 

Altar de Mythal

 

Cuando estés listo, desde el mapa del mundo dirígete a la nueva zona del Altar de Mythal. Tan solo tienes que avanzar hasta el final de esta especie de jardín e interactuar con el altar para tener una serie de diálogos tras los cuales te enfrentarás al Guardián de Mythal.

 

NOTA:

Como ya se mencionó en la misión anterior, podrás evitar el enfrentamiento contra este dragón únicamente si dejaste que Morrigan bebiese del pozo en lugar de hacerlo tú.

 

Guardián de Mythal

 

-Nivel: 23

-Debilidad: Frío

-Ataque: Fuego

 

El enfrentamiento contra este Boss/dragón “Guardián de Mythal” es prácticamente lo mismo que con cualquiera de los 10 dragones que podrás encontrarte a lo largo de la historia, con la diferencia de que aparte de ser “obligatorio”, no lo vencerás, sino que al quitarle la mitad de su salud, éste huirá y terminará el combate.

 

Como ya se ha dicho, si eres un completista y ya has derrotado a todos los dragones o al menos a uno de ellos, ya deberías estar lo suficientemente preparado para éste. Aunque su punto débil sea la cabeza, recuerda atacarle a las patas delanteras, centrándote en una de ellas con todos tus personajes hasta que quede herido... así deberías reducir el número de ataques que realiza además de haber una posibilidad de que se quede brevemente aturdido.

 

En cualquier caso, tras el combate ya habrás completado esta misión y comenzado la última del juego, La condena al mundo entero (antes de salir del Altar de Mythal no te olvides de registrar el cofre junto al propio altar).