Guía Dragon Age: Inquisition

Códice - Historia

Senda del nigromante

 

 

Senda del nigromante

 

De “Mortalitasi: para los vivos, los muertos”. Las palabras del portavoz Viuus Anaxas hacen hincapié en un pasaje:

 

Somos de este mundo y, como ocurre con cualquier pieza que intenta abandonar su elemento, existe un vacío cuando abandonamos lo mortal. Puede que sea para garantizar nuestro retorno con el Hacedor. Puede que sea para que busquemos un equilibrio. Puede que sea para que los primeros hijos del Hacedor ayuden a los segundos.

 

Un relato:

 

El aliento cesó exactamente a la hora en punto. En ese momento sentimos su presencia y nos preparamos. Fue suave, y todos nos mostramos calmados ante las señales de los espíritus que entraban, pues sabíamos que no habría cadenas para su ser amado. Encontraría sin trabas su lugar junto al Hacedor. Pero eso no era el campo de batalla. Había oído los relatos y conocía mi función, estaba preparado. Pero cuando nuestros guerreros iniciaron el ataque, yo no estaba preparado. Una hora después, el aliento aún no había cesado y no fue suave. Estaba dolorosamente asustado. Entonces, el enemigo contraatacó y vi cómo el acero golpeaba a los hombres buenos que luchaban en mi bando. ¡No estaba dispuesto a consentirlo! Invité a las formas de los muertos que habían caído a servirles y fue entonces cuando nuestros enemigos conocieron el miedo. Pero tuve paz, pues había concedido a los caídos un propósito mayor y, al hacerlo, había honrado la vida protegiéndola.

 

Instrucciones detalladas del ritual a continuación.

 

Localización:

Cerca de Dorian en Feudo Celestial si has elegido la senda del nigromante.