Guía Dragon Age: Inquisition

Códice - Cartas y notas

Carta de la guarda comandante Clarel

Maese Erimond:

No soy una aprendiz ignorante. Puede que los magos de los guardas grises que dejan el Círculo después de la Angustia crean vuestras explicaciones a pies juntillas, pero yo fui encantadora antes de entrar en los guardas grises.

Reconozco que los sacrificios y la muerte son necesarios para atar a los demonios. Vos sabéis más de estas cosas que yo, y no opino al respecto. Pero la manera en que se comparten mis magos después de atar a los demonios sigue siendo inquietante. Responden a mis preguntas de buena gana pero de forma mecánica, y varias personas que no son magos se han quejado de que sus camaradas parecen fríos e insensibles desde el ritual. Algo de eso es natural, lo admito -no se puede matar a un hermano y pretender que o te afecte en nada- pero si aquí hay algo más, tendréis que contármelo.

La Inquisición nos obliga a actuar. Continuad con los rituales. Si debemos destruirlos antes de aventurarnos en los Caminos de las Profundidades, que así sea. Pero a mí no me mintáis, Erimond. Yo le planto cara a la Ruina y ningún hombre, ni ningún Inquisidor ni ningún maese se interpondrá en mi camino.

-Clarel