Guía Dragon Age: Inquisition

Códice - Lugares

Ferelden tras la Ruina

 

 

Ferelden tras la Ruina

 

Solo hay que pasearse por el merado de Denerim para apreciar el aguante fereldeno. Cuesta creer que los engendros tenebrosos asolaron la ciudad en esta generación. Quedan cicatrices para la gente que lo vivió, pero la vida sigue adelante.

 

Ahora los niños juegan en las calles, niños para quienes la Ruina no es más que una historia que han oído a sus padres. Una vez oí como un niño preguntaba qué era un engendro tenebroso; para él, solo se trataba de un nombre que había oído a los chicos mayores. Solemos predicar que “un niño instruido es una bendición para sus padres y para con el Hacedor”. Que Andraste me perdone, pero su ignorancia me hizo feliz.

 

Las acciones de nuestros gobernantes me resultan incomprensibles.

 

A pesar de lo sucedido en Kirkwall, Ferelden sigue ofreciendo refugio a los magos rebeldes, lo cual acercará los problemas hasta nuestra puerta. Ya lo ha hecho. Los rumores que circulan entre los mercaderes afirman que Refugio Celeste está boicoteando el comercio a modo de protesta. Hablan de conflictos en las Tierras Interiores entre templarios y magos.

 

La madre Diana dice que debo acompañarla al Cónclave de Refugio. Dice que tiene fe en la Divina Justinia y que, pase lo que pase, nos aseguraremos de que se cumpla el deseo del Hacedor. Pienso en los niños sonrientes que no han crecido con la muerte y el miedo, y rezo para que siga siendo así.

 

--Una carta de la hermana Kira, de la capilla de Denerim, a su hermana en las Marcas Libres

 

Localización:

Se consigue al llegar a las Tierras Interiores.