Guía Dragon Age: Inquisition
Códice - Cuentos e historias
De los dioses y la duda
Perdonadme. En su día dije creer, juré con lágrimas en los ojos que Nuestra Señora era la Luz y, con Su bendición, conocía al Hacedor. Pero no puedo soportar la división entre lo que he intentado saber y lo que no puedo ignorar.
¿Es el Hacedor menos silencioso que el profano panteón élfico o que los viejos dioses de Tevinter? ¿Y los archidemonios que no son silenciosos en absoluto? Tenemos una lucha real, continua -todos nosotros, todo pueblo y credo- de la que cada uno culpamos a los actos heréticos de otro. Y sin embargo, si alguna de nuestras verdades fuese la Verdad, esa culpa sería imposible. No es solo que estas pretensiones de divinidad no puedan coexistir, es que no podría invocarse ninguna otra pretensión si cualquiera de los adorados fuera realmente “Dios”.
Me avergüenzo de que mi fe no pueda resistir un argumento tan vulgar. Lo único que he aprendido en mi tempo aquí es el miedo.
--Iniciada Micaela Chevais
Haz como debas, como todos debemos hacer, pero sé consciente de que la única cosa peor que una fe rota es una fe que no se ha puesto a prueba.
--Correspondencia y enseñanzas de la madre Hevara, archivo de Val Royeaux
En "Chateau d'Onterre" en las Tumbas Esmeralda.