Guía Dragon Age: Inquisition

Códice - Cuentos e historias

La ciudad perdida de Barindur

 

 

La ciudad perdida de Barindur

 

En el decimoquinto día de mi viaje por el Imperio de Tevinter, nuestra caravana llegó a una enorme llanura. La hierba oscilante ocultaba bandadas de aves tan grandes que, cuando remontaron el vuelo, ocultaron el sol. Nuestro guía nos informó de que aquello era la gran ciudad de Barindur, una maravilla del mundo antiguo, célebre por sus fuentes que, según se dice, concedían la eterna juventud.

 

Cuenta la leyenda que durante la celebración del solsticio de invierno, Carinatus, el gran rey de Barindur, rechazó a un enviado del sumo sacerdote de Dumat. El sacerdote invocó a su dios para castigar a Carinatus por la ofensa y el dios dragón del silencio le respondió.

 

Pasaron los meses. El reino de Barindur quedó en silencio. En la lejana Minrathous, los sacerdotes de Razikale tenían sombríos augurios en sus sueños. Los oráculos declararon que había caído un oscuro destino sobre el rey Carinatus. Finalmente, el temible gran rey de Minrathous envió una compañía de soldados a Barindur.

 

Los hombres informaron de que el camino que discurría por las llanuras septentrionales finalizaba de forma abrupta. Avanzaron durante leguas sobre roca árida, allí donde antaño se había alzado el reino de Barindur. La mano de un dios lo había borrado del mundo.

 

No queda en pie ni una sola piedra y nunca se ha encontrado ningún resto de esta ciudad, antaño poderosa. Un secreto que nunca se podrá revelar.

 

--De En busca del saber: viajes de un erudito de la Capilla, del hermano Genitivi

 

Localización:

En una casa al sur de la tercera almenara en la Ciénaga Desértica.