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Códice - Cuentos e historias

La leyenda de las tres hermanas (III)

 

 

La leyenda de las tres hermanas (III)

 

Como ocurre con la parada en La rosa blanca, las historias de las tres hermanas se suelen contar sueltas; rara es la saga que se repite íntegramente. Es más, una de las pocas veces que se intentó hacerlo fue en una obra del teatro Grande Royeaux que criticaba agriamente los intentos reformistas de la Divina Justinia. La obra fue prohibida rápidamente después de solo tres funciones. Posteriormente, se publicó en Minrathous un libro titulado Los tres hermanos en el que se cuentan las hazañas de tres hermanos de Tevinter que se pierden en Val Royeaux y pasan el tiempo ridiculizando la cultura orlesiana. Pese a que en Tevinter dicen que esta es la leyenda original, es evidente que las tres hermanas es bastante anterior a ella.

 

Entre las diversas encarnaciones de la leyenda, las aventuras más comúnmente representadas incluyen:

 

-Un apuesto noble convence a las hermanas de que beban cerveza enana con funestas intenciones. Su reacción a la bebida varía, pero normalmente, hacia el final del cuento, las hermanas terminan persiguiendo locamente al noble por las calles del Belle Marché hasta que este se tira al río y se ahoga.

 

-Las hermanas piden ayuda a un grupo de mercaderes enanos que dicen que solo se la darán si las hermanas resuelven un difícil acertijo. La naturaleza de este enigma varía, pero los enanos siempre acaban engañando a las hermanas. Normalmente el encuentro termina con las chicas huyendo para evitar que las vendan como esclavas, aunque a veces la leyenda acaba con ellas matando a palos al jefe de los enanos hasta que los demás huyen.

 

-Las hermanas van a parar a la procesión anual de Satinalia, normalmente en el clímax de la historia, hasta que el ejército imperial cae sobre los celebrantes y empieza una caótica reacción en cadena que acaba con las hermanas escondiéndose en un barco pirata o abriéndose camino por las alcantarillas de la elfería. Parece que cambia a cada época.

 

Una vez su dama de compañía, la Bête, las pilla, bajan la cabeza avergonzadas y vuelven a la mansión de Montbelliard para reemprender su vida de bondad y honradez. Pero no siempre es así. En las versiones más recientes de la leyenda las tres hermanas se quedan en Val Royeaux para luchar contra los delincuentes mientras llevan puestos unos antifaces negros, aunque la verdad es que desconozco de dónde sale esto.

 

--De Cuentos de Val Royeaux, de lord Werner Jauquin

 

Localización:

En las Llanuras Exaltadas.