Guía Dragon Age: Inquisition

Códice - Cuentos e historias

Insultos y maldiciones comunes

 

 

Insultos y maldiciones comunes

 

Así que, muchacho, te estás aclimatando a tus primeros días por ahí arriba; pues te daré un consejo: no comercias solo con los tuyos. Ahora vendes a gente de todo tipo, con distintas lenguas y costumbres. Como he aprendido aquí, la parte más importante de cualquier idioma son las palabrotas. Te hacen ganar confianza. Te hacen ganar dinero.

 

La mayoría de los elfos que ves en la ciudad son sirvientes, y un humano en busca de pelea podría llamar a uno “orejas de punta”. Si el elfo contesta con “shem” o “rápido”, correrá la sangre. Los elfos dalishanos esos usan “orejas redondas” para insultar a los que viven como humanos; como nuestros ignorantes hermanos de abajo que nos llaman “ciegos a la Roca” a los de arriba.

 

Hasta los humanos que rezan a alguna mujer que quemaron viva –y a su dios al que llaman el “Hacedor”-- dicen algo cuando se golpean en la espinilla. Es una maldición para decir “Por el... de Andraste”, bueno, ahí entra cualquier parte del cuerpo, en realidad. Con “¡Por el hálito del Hacedor!” puede que le caigas bien a algún idiota fanfarrón, pero a las sacerdotisas no les hará gracia. A la gente de la Capilla además no les gustan los magos. Si oyes llamar a un mago “hipnotizado”, esconde todo lo que tengas que sea inflamable.

 

Luego están todas esas hermosas palabras que significan simplemente “¡Mierda!”. Cuando un adoquín suelto se levante y le tuerza a alguien el tobillo, un elfo gritará “¡Fenedhis!”, mientras que un humano podría decir “¡Maldita sea!”. Un qunari mascullará “¡Vashedan!”. He oído incluso a un par de tevinteranos chillar “¡Kaffar!”.

 

Si alguna de estas va dirigida a ti, espero que lo único que pierdas sea una venta.

 

--Nota de Hardal, un enano mercader de la superficie, para un aprendiz adaptándose a la vida en el exterior de Orzammar

 

Localización:

Dentro de una casa cerca del "Campamento de Sahrnia" en Emprise du Lion.