Guía Dragon Age: Inquisition

Códice - Criaturas

Mago

Los magos no son demonios ni monstruos. Son hombres y mujeres como cualquier otro, excepto por su destreza con un arma que pocos tienen. Lo digo para aclarar que no creo que todos los magos deban ser ejecutados, como consideran algunos. No obstante, todo mago camina por la vida con una hoja desenvainada y preparada, lo quiera o no. Quienes insisten en que los magos son inofensivos deben preguntarse cómo aprendieron a matar tan bien esos apóstatas que arrojan fuego cuando los templarios atacan. En la Academia sabemos bien que ninguna habilidad se adquiere sin práctica.

Si luchas contra un mago, debes estar cerca de él, sin importar el peligro, o te arriesgas a quedar sobrecogido. El ataque de un mago raramente golpea con la fuerza de la hoja de un gentilhombre entrenado, pero a menudo porta energías antinaturales: fuego que hierve a un hombre dentro de su armadura, rayos que roban la fuerza de sus miembros, etc. Retroceder es darle tiempo para alterar el campo de batalla en su beneficio de algún modo, ya sea invocando un muro de hielo, un aliado demoníaco o llamas mágicas que refuerzan las espadas de sus guardias. Sabemos que el guerrero que controla el campo de batalla es quien vence con más frecuencia. Debes obligarlo a responder a tus acciones y continuar tu ataque.

Los magos raramente llevan armadura pesada, pero su magia puede blindarlos con tanta eficacia como tus propias placas. Muchas veces he dicho que hay que fijarse en la cadera y los brazos del adversario en lugar de en las manos, pero con el mago las manos y los brazos puede que sean tu única pista. Si su cuerpo está protegido contra tu hoja, intenta enredarle los brazos o tirarlo al suelo. No es elegante ni honorable, pero no hay honor cuando se lucha contra un mago. Solo hay supervivencia.

-Un extracto de Una meditación sobre el uso de la espada, del maestro de esgrima Massache de Jean-Mien, lectura obligatoria en la Academia de Gentilhombres.