Guía Final Fantasy XII: The Zodiac Age

Registro de enemigos

Urutan yensa

 

 

Urutan yensa

 

-Nº: 374

-Categoría: Humanoide

-Tipo: Urutan yensa

-Localización: Humanoides

 

Apuntes

 

Raza que evolucionó desde su origen de crustáceo hasta su forma actual, humanoide y bípeda.

 

Tienen la piel extremadamente dura y cubierta de pelos rígidos y puntiagudos como agujas.

 

Suelen envolverse en elaboradas ropas, aunque no se sabe si lo hacen para protegerse de las inclemencias del tiempo o para ocultar su poco agraciada apariencia.

 

Son agresivos por naturaleza y jamás han podido integrarse en una comunidad hume.

 

Si bien carecen del concepto de nación, son ferozente territoriales y la lucha entre las diferentes tribus es incesante.

 

Carta a un explorador

 

Querido Bulanoia:

 

He terminado de descifrar el pergamino que me enviaste el otro día; adjunta encontrarás la transcripción.

 

A pesar de su considerable antigüedad, debo decir que el texto no ha llegado a poner a prueba toda mi capacidad.

 

Aparentemente son las notas de un fabricador de armas, aunque no pondría las manos en el fuego por su autenticidad.

 

Sinceramente, creo que se trata de un fruto de la imaginación. Ojalá que a tu regreso me traigas algo más sustancioso a lo que hincarle el diente, aunque, como siempre, mis expectativas son moderadas.

 

J. Farrister, arqueólogo

 

Notas de proyecto n.º 1

 

27/23/12

 

A pedido de un cliente en buena posición, he de fabricar un artilugio para derribar a cierta escoria. Olvidé preguntar al cliente de qué tipo de onstruo se trataba pero en realidad poco importa. Si algo en común tienen esas criaturas es la voracidad y la codicia. Idearé un cebo al que ninguna de ellas podría resistirse; le daré forma de cofre o algo así.

 

27/26/19

 

He hecho un prototipo y lo he probado escondiéndolo entre las pertenencias de mi asistente. Grande ha sido su sorpresa cuando, al intentar abrirlo, se ha disparado la trampa que contenía. Ahora solo falta añadirle un mecanismo de ataque apropiado.

 

Notas de proyecto n.º 2

 

27/26/29

 

Producto entregado.

 

27/27/1

 

He reibido una queja. La presa buscada era un dragón de tremebunda fuerza. ¡Me lo hubiera dicho antes! Pero en mi negocio no puede contradecirse al cliente. De rodillas y con la cabeza baja he rogado y conseguido al fin una suma por costes adicionales. Es algo que no olvidaré.

 

27/27/5

 

¿Cómo derrotar a una criatura de inconmesurable poder? ¡Noches en vela he pasado!.

 

Notas de proyecto n.º 3

 

27/28/6

 

Hace calor. Demasiado. Esta época del año definitivamente no cuenta con mis favores. De cualquier modo, he decidido un plan de acción. Si uno no conoce la fuerza del enemigo, antes que nada debe medirla y adquirir el poder necesario para vencerlo. ¡Crearé un arma capaz de aprender y crecer por sí misma!.

 

27/29/16

 

He instalado el mecanismo de crecimiento. Ahora mi arma parece una criatura viva, y me ha inspirado a crear otra que pueda ser su madre.

 

27/30/14

 

La madre está lista y crece sin pausa, mientras genera, una tras otra, pequeñas larvas que guardan la misma apariencia de cofres.

 

Paso las horas contemplando su labor, fascinado como quien observa el desove de algún animal fabuloso, pero si esto sigue así el laboratorio pronto estará atiborrado de cofrecitos. Lo guardaré todo en el depósito.

 

Notas de proyecto n.º 4

 

27/30/29

 

Producto entregado. Mediante un ojo mecánico que he disimulado en el cofre, observo la batalla. Se trata de un dragón de tamaño verdaderamente increíble. Los golpes de mi creación le alcanzan sin duda, pero no parece que le hagan efecto alguno.

 

¿Cuánto tiempo le llevará a mi artilugio, me pregunto, crecer lo suficiente como para hacer mella en semejante rival?

 

27/31/01

 

He recibido una queja: "¡¿Qué clase de arma es esa, que huye en medio de la batalla?!".

 

He tratado de explicarme, pero solo he logrado enfadar más a mi cliente y de rojo carmesí ponerle la cara, hasta que he perdido la esperanza de hacerle entrar en razón. ¡Al diablo con él! He dejado su mansión, pero no sin antes liberar en un rincón de su bien provista bodega una joven madre, que espero le dé una sorpresa dentro de un par de años.

 

27/31/07

 

Me pregunto adónde habrá ido a parar la v. XII... Tanto el ojo mecánico como su transmisor fueron destruidos en el combate. Supongo que habrá econtrado un lugar rico en niebla con la que alimentar su afán de continuo crecimiento.

 

(No hay más anotaciones).