Guía Metro: Last Light

La paz nunca fue duradera en el metro. La administración conjunta solo duró unos años. Se desmoronó por sí sola cuando se hizo patente que el mundo había sido arrasado, que los rumores de que el presidente y su gobierno habían escapado con vida hacia los Urales eran solo eso, rumores, y que Rusia no era capaz de resurgir de sus cenizas. Todo se convirtió en un "sálvese quien pueda". Las estaciones se transformaron en estados y los vecinos pasaron a ser enemigos. La supervivencia en el metro era una lucha por la comida, por el aire, por cada centímetro cuadrado de terreno habitable. De las doscientas mil personas que escaparon al apocalipsis del metro, solo queda hoy una cuarta parte. Hansa, la Línea Roja y el Imperio crecieron tanto porque eran más poderosos que los demás y lucharon con determinación. Pero en estos veinte años de derramamiento de sangre ninguno de ellos había extendido la lucha a todo el metro. ¿Y si nuestro pequeño mundo subterráneo se enfrentase a una nueva guerra mundial?.