Guía The Elder Scrolls V: Skyrim

Libros de habilidades

Los caballeros de los Nueve

 

 

-Habilidad: Armadura pesada

-Peso: 1

-Valor: 70

-Código: 0001AFFA

 

Se puede encontrar en las siguientes localizaciones.

 

Lugar 1

 

Roca de Guldun

 

En la Roca de Guldun, al Este de Carrera Blanca.

 

Lugar 2

 

En el piso de abajo del Salón de los Vigilantes, en Lucero del Alba.

 

Lugar 3

 

Narzulbur

 

En la Casa comunal de Mauhulakh, en Narzulbur (al Sureste de Ventalia).

 

Lugar 4

 

En el Palacio de los reyes de Ventalia. Escaleras arriba, en la primera habitación de las escaleras de la izquierda, sobre la estantería.

 

eliteguias

 

En la actualidad, pocos recuerdan a la Orden de los Caballeros de los Nueve, pero en su tiempo fue famosa en toda Cyrodiil, e incluso se hablaba de sus caballeros a lo largo y ancho del Imperio. Durante un breve periodo de tiempo, en los albores del Imperio Septim, sus andanzas pasaban de boca en boca. No obstante, su nombre cayó en el olvido, como muchas otras cosas, tras la Guerra del Diamante Rojo. En la actualidad, no se conoce siquiera la ubicación exacta de su priorato.

 

La orden fue fundada por sir Amiel Lanno en el año 111 de la Tercera Era, tras su heroico regreso de la Guerra de las Islas. Su propósito era recuperar las legendarias reliquias del cruzado: las armas y la armadura de Pelinal Descarga Blanca, que andaban perdidas desde hacía milenios. La orden creció contagiada del optimismo y la ambición característicos del primer siglo de la Tercera Era. Tamriel era un único territorio al fin, y la paz se instauraba por primera vez en siglos. Nada parecía imposible.

 

La fama de los caballeros se extendió enseguida, cuando sir Amiel los guío contra el wyrm de Elynglenn para recuperar la coraza del cruzado, que no había sido vista desde la Primera Era. Poco después, los más grandes caballeros de la época hacían cola para unirse a la orden. El Priorato de los Nueve en la Arboleda del Oeste se había convertido en un imán para hombres valientes y rectos. Los caballeros eran aclamados en todo el Imperio. Cuando el vástago de uno de los linajes más nobles de Colovia, Berich Vlindrel, se unió a los Caballeros de los Nueve, la orden pasó a ser la más prestigiosa de todas. En relativamente poco tiempo, lograron recuperar tres reliquias más, y la orden adquirió aún mayor fama con cada una de ellas. Nadie dudaba de que terminarían reuniendo las ocho reliquias existentes.

 

Lamentablemente, la Guerra del Diamante Rojo, que dividió al Imperio en el año 121 de la Tercera Era, les hizo abandonar su voto. Al principio, sir Amiel pudo mantener alejados a sus caballeros de la contienda. Finalmente, el propio éxito de la orden fue lo que propició su caída, ya que los caballeros provenían de familias importantes de distintos puntos del Imperio, que ahora se enfrentaban en una sangrienta guerra civil. Parece ser que sir Berich fue el primero en abandonar la orden para luchar al lado de Céforo, y al marcharse se llevó consigo la espada y las grebas del cruzado. Muchos caballeros siguieron su ejemplo y dejaron la orden poco después, uniéndose a un bando o a otro.

 

El final de la orden fue tan deshonroso como glorioso habían sido sus comienzos. Tras la victoria de Céforo en el año 127 de la Tercera Era, Berich Vlindrel pasó a tener gran peso dentro del bando vencedor. Según parece, tuvo algo que ver con el decreto imperial que disolvió oficialmente a los Caballeros de los Nueve cuatro años más tarde. Si bien, en realidad no fue más que una formalidad, ya que, a pesar de los esfuerzos de sir Amiel, la orden nunca logró recuperarse de lo acaecido durante la guerra civil.

 

En cuanto a las reliquias recuperadas por los Caballeros de los Nueve, se cree que la espada y las grebas siguieron en poder de sir Berich, pero se desconoce dónde se encuentran. Los guanteletes siguen petrificados en el suelo de la capilla de Stendarr en Chorrol, donde sir Casimir los dejó caer tras dar muerte de forma vergonzosa a un mendigo en el año 139 de dicha era. La ubicación de la coraza sigue siendo un misterio. Se le perdió la pista junto a la suerte que corrió sir Amiel. Lo último que se supo del caballero es que en el año 150 seguía viviendo solo en el Priorato de los Nueve, según comentarios de un viajero. Y así los Caballeros de los Nueve fueron olvidados con el paso del tiempo.

 

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