Aún no es oficial, pero según rumores, en lugar de lanzarse como viene siendo habitual a finales de año, parece que tendremos que esperar hasta el 2015 para poder jugarlo, y sin saber de momento una fecha más concreta.
Y hoy mismo, día 3 de junio, la compañía ha confirmado que efectivamente el juego se retrasa hasta el año que viene como se venía rumoreando estos dos últimos meses. ¿Tendrán cosas que mejorar del juego o será una estrategia comercial para no juntarse con Dragon Age: Inquisition y el nuevo Assassins Creed? (por otro lado el 2015 también viene cargadito de AAA).