Guía Dishonored 2

Saberes

Misión 3 - La buena obra

 

 

Cuaderno de la doctora Hypatia

 

Cuaderno de la doctora Hypatia

 

-Misión: La buena doctora.

-Localización: En el suelo del despacho de la doctora Hypatia.

 

-Debo preguntar al capitán Ramirez si ha habido respuesta del gran palacio a mi carta. Es prioritario mejorar la solución Addermire, pero quiero volver con mis pacientes, que me necesitan. ¿Llegué siquiera a dar la carta al capitán? Quizás escriba otra. No puede empeorar las cosas.

 

-Si tengo tiempo, prepararé una dosis de polvo de mosto de madera para el teniente Valiente, que me relató una extraña teoría. Dudo que haya dormido en una semana, sufría ansiedad y paranoia agudas. Podría ser un peligro para sí mismo o para los demás.

 

-He recibido nuevas quejas acerca del pobre Hamilton. Por lo visto, pasa las noches merodeando por el Instituto, murmurando cosas terribles que solo él puede ver. Debe de echar de menos los días en los que aquí ayudábamos de verdad a la gente, igual que yo. En cualquier caso, nuestro leal celador no dañaría ni a una mosca.

 

Últimamente, todo el mundo está al límite. Ojalá pudiera hablar de todo esto con Vasco, peor no lo he visto en semanas. ¿Me estará evitando? Espero no haber dañado sus sentimientos cuando le dije que necesitaba espacio para respirar.

 

Cuaderno de Meagan Foster

 

Cuaderno de Meagan Foster

 

-Misión: Dreadful Wale.

-Localización: En la habitación superior del barco, sobre la mesita de noche junto a la cama.

 

Comienzo a entender por qué Anton quería ir a Dunwall en busca de la ayuda de Emily. Es impresionante. Me tengo que preguntar si de verdad está hecha para la vida en palacio. Quizás ella misma se lo pregunte alguna vez.

 

Hubiéramos podido ser buenas amigas en la época en la que yo corría por los tejados como lo hace ella ahora, vigilando a los enemigos desde las sombras.

 

Espero que siga con vida mañana por la mañana, para poder quejarme cuando vuelva a poner sus botas polvorientas en la mesa. He perdido a tantos amigos... Primero mi dulce Deirdre. Y otros a lo largo del camino. El bueno de Aramis Stilton, que desapareció hace tres años. Y casi pierdo a Anton.

 

Quizás sea este mi castigo. Doy mala suerte.

 

Por favor, Emily, tráelo de vuelta.

 

Cuaderno perdido de un estudiante

 

Cuaderno perdido de un estudiante

 

-Misión: La buena doctora.

-Localización: En una vitrina en el segundo piso donde está la doctora Hypatia y el doctor Vasco.

 

La lección de hoy fue de lo más estimulante. Observamos cómo la doctora Alexandria Hypatia diseccionaba una mosca de la sangre y extraía las glándulas venenosas usadas en la fórmula de la solución Addermire.

 

Nos inclinábamos sobre la barandilla del entresuelo, estirando el cuello para captar todos sus movimientos. Mientras trabajaba en su laboratorio más abajo, sus gestos eran más precisos y explicaba todo con paciencia y voz suave. Cree que el veneno de mosca de la sangre, tratado de forma apropiada, es una bendición en potencia para Karnaca y el imperio.

 

Como seguidor incurable suyo, lo encuentro todo hipnótico.

 

Tras usar pinzas para extender las alas, abrió el carapacho del insecto con un bisturí y lo recogió. Me reí de mi mismo al recordar el desastre que armé al diseccionar mi primera rana de pantano en la Academia. La doctora Hypatia reunió las glándulas venenosas y las dejó caer en un suero para su conservación.

 

Algún día espero poder regresar a Addermire, pero como doctor, para trabajar con Hypatia.

 

Diario - Cabo Valez

 

Diario - Cabo Valez

 

-Misión: La buena doctora.

-Localización: En el cajón frente a la camilla en la que está durmiendo el guardia.

 

Han pasado ya seis meses desde que llegué a Addermire en una misión permanente. Ya no tengo claro que fuera una buena idea. Al principio, disfruté del aislamiento, porque me permitía hacer como si hubiese dejado atrás mi pasado.

 

Pero ahora me sorprendo a mi mismo cantando simplemente para romper el silencio. Huelo e inspecciono cada bocado antes de comérmelo. Cuando me ducho con agua de los depósitos de Addermire, no me siento limpio. Pareciera que la enfermedad se encuentra en las mismísimas paredes.

 

Por aquí ha pasado mucha gente enferma, ¡durante años! Y no solo portando gérmenes, sino padeciendo enfermedades de la mente también. Esas cosas dejan huella en un lugar, incluso después de que los pacientes se curen o mueran. Y nunca me han gustado los médicos. Tienen un olor particular y te miran como si solo fueras un montón de órganos.

 

Probablemente ya esté enfermo, al haber respirado este aire frío y húmedo durante tanto tiempo. Cuesta creer que la gente viniera a este lugar a curarse. Addermire ahora parece una tumba.

 

Quizás vaya a hacer guardia a la azotea para disfrutar del sol mientras pueda.

 

Diario de Hamilton

 

Diario de Hamilton

 

-Misión: La buena doctora.

-Localización: Sobre un escritorio en los aposentos de Hamilton.

 

Esta vez estoy seguro de haberlo visto. Vi, bueno, no tengo claro qué o quién era, pero había alguien, una criatura encapuchada que arrastraba algo sangriento por el pasillo. No estoy seguro de si su presa era otro perro o uno de los guardas. No tengo claro qué es preferible. Esos canallas se han burlado de mí durante meses, diciendo que he perdido la cabeza y que la doctora Hypatia debería encerrarme. El capitán Ramirez dijo que todo estaba en mi cabeza y que sería mejor que no difundiese rumores.

 

La doctora Hypatia no dijo gran cosa cuando mencioné el perro mitad devorado hallado en la zona de recuperación. ¿Está protegiendo a alguien? El doctor Vasco me resulta de lo más sospechoso. Ni siquiera ha salido de la zona durante semanas. Y la última vez que lo vi, estaba extrayendo sangre del cuerpo del guarda que murió por la picadura de las moscas de la sangre. Yo no soy médico, pero sé que esto no forma parte de la receta de la solución Addermire que inventó la doctora Hypatia.

 

En cualquier caso, si nadie me va a prestar atención, tendré que rastrear al monstruo yo mismo. Pondré algunas trampas y montaré guardia todas las noches hasta que descubra qué está pasando.

 

Diario de Vasco: mes de las redes de 1851

 

Diario de Vasco: mes de las redes de 1851

 

-Misión: La buena doctora.

-Localización: En el laboratorio del doctor Velasco, en su despacho.

 

Una paciente llegó, ya entrada la noche, quejándose de tener “arenilla” en los ojos. La buena doctora estaba descansando, ¡por fin! Así que me encargué yo del caso.

 

Después de observarla con cuidado, determiné que la causa era el polvo de plata de las minas. Para hacer que le lloraran los ojos, combiné glicerina y aceite de pimienta, que planeaba seguir de inmediato con un aclarado. Sin embargo, la sensación de ardor era muy marcada, por lo visto, y la paciente estaba demasiado alterada como para dejarme que siguiera atendiéndola. No obstante, el flujo de lágrimas era suficiente, y apostaría a que por la mañana se le habían limpiado los ojos.

 

¡Afirmo que mi idea de purgar los ojos de arenilla fue un éxito! Podría vender la fórmula, justo lo que hace falta para desterrar el polvo y los residuos de los ojos. La fórmula de Vasco para los ojos y oídos; así la llamaría, Rápida y eficaz.

 

Con el permiso de la doctora Alexandria Hypatia, claro está. Ella sabe más.

 

Diario de Vasco: mes del gran fró de 1850

 

Diario de Vasco: mes del gran frío de 1850

 

-Misión: La buena doctora.

-Localización: Sobre el escritorio en la oficina de Vasco.

 

El nuevo suero de Alexandría nunca debe dejar Addermire, y nadie debe conocer nunca nuestro fracaso.

 

Una noche lo probamos en nosotros mismos, lo que hacemos a menudo, en una dosis muy pequeña. Fue una noche de terror absoluto. Es difícil describir los efectos que tuvo sobre la mente, el delirio que llegó a inducir. No éramos... nosotros mismos. Alexandría murmuraba y se llamaba a sí misma Grim Alex, como si hubiera cambiado totalmente de personalidad. No puedo poner por escrito todo lo que sucedió, pero siento una gran vergüenza al recordar cómo cambio mi perspectiva, como si derribaran toda mi moral.

 

Al día siguiente, tras recobrar el sentido, me sentí mejor de lo que me he sentido en años. Puede que el suero contenga la clave para mejorar la función pulmonar y renovar la energía en general. Incluso podría mejorar los efectos de algunas de nuestras peores fiebres e infecciones.

 

Pero el precio es demasiado elevado: pérdida absoluta de la empatía, ausencia de restricciones a los apetitos.

 

Y aun así, una semana después observé a Alexandría en la terraza de abajo. Se encontraba fatal, desarreglada, y las palabras se le escapaban de los labios, confusas y salvajes. Sus movimientos eran extraños.

 

Por la mañana le pregunté si había probado de nuevo el suero. Se alarmó mucho y me aseguró que nunca más tocaría ni una gota. Jura que solo queda una muestra, a salvo, encerrada bajo llave, para su futuro estudio.

 

Diario de Vera Moray

 

Diario de Vera Moray

 

-Misión: La buena doctora.

-Localización: En el sótano “Objetos perdidos” junto a la quinta runa y al cuadro Anton Sokolov bajo una luz sustractiva.

 

Duodécimo día del mes del gran frío de 1810

Mi médico dice que debería llevar un diario, que me hará bien reflexionar sobre mi conducta y acciones. Afirma que la marca de mi mano es solo un tatuaje o una mancha de nacimiento, y que el chico de ojos negros solo está en mi cabeza. ¡Bah! Panda de necios. Encontré dónde guarda el whisky el administrador y me llevé una botella a mi habitación; así de fácil. Creo que podría meterme una ballena bajo la chaqueta y ponerme a bailar la gavota y no se darían ni cuenta. ¿Qué diría el médico de eso? ¿O mi aburrido marido? “Vaya, Vera, ¡¿qué has hecho ahora?! Bla, bla. ¡Las apariencias!”.

 

Decimosexto día del mes de la hoguera de 1810

Debo volver a casa junto a mi colección de huesos tallados, cosas preciosas traídas de Pandyssia. Qué cálidas las siento en las manos; contienen poder. Algo que podría aprender a controlar. Por eso he estado intentando volver a ser una “dama” como es debido, con uñas limpias y pañuelo perfumado. Mi médico dice que si sigo comportándome así para finales del mes de la hoguera, ¡quizás me manden a casa! Así que sonrío y hago reverencias. Y por las tardes pido té, me cepillo el pelo y me tomo la medicina. Y he dejado de intentar morder a los celadores.

 

Más allá de la saliva negra, por Ungar Poltomy

 

Más allá de la saliva negra, por Ungar Poltomy

 

-Misión: La buena doctora.

-Localización: Cerca de donde ayudas a Joe Hamilton.

 

-Un listado completo de los síntomas producidos por la inhalación de desechos en el aire.

 

Se puede observar cualquiera de los siguientes síntomas tras la exposición prolongada al polvo de las minas, aislados o en combinación:

 

tos, estornudos, dolores de cuello, necrosis ocular, deficiencia maligna, pleuresia, purga pulmonar, oído de minero, saliva negra, vómito negro, confusión, neumonía, falta de apetito, apetito excesivo, temblores, rigidez de Barthlomew, apoplejía o muerte.

 

Si se presentase alguno de ellos, recomendaría como prescipción un cambio total de aires, seguido por un mes de ocio en la costa. Usar succión para eliminar el polvo y los desechos de la nariz y los oídos. Aplicar cebollas hervidas y lino en el pecho. Estos remedios deberían aliviar, en especial si se usan combinados.