Guía The Elder Scrolls IV Oblivion

Misiones principales

Encender los fuegos de dragón

 

 

Viaja a la Ciudad Imperial y entra adentro con Martin Septim. El canciller Okato dirá algo y mientras habla, de repente uno de los guardias irrumpe en la habitación gritando el nombre del canciller. Las puertas de Oblivion se abrieron y Daedra está atacando la ciudad. Tu tarea ahora consistirá en escoltar a Marin Septim al Templo del Único para que encienda los fuegos de dragón. Serás atacado casi inmediatamente, pero con la ayuda de los guardas no deberías tener ningún problema.

 

A las afueras del palacio, el enemigo es aún mayor en número. Ataca como loco y haz todo lo que puedas para proteger a Martin Septim. Son muchos enemigos si, pero no es nada comparado con lo que te espera después de pasar por esa puerta. Bajo ninguna circunstancia te alejes de los guardias e intentes acabar tu sólo con los enemigos, por que seguramente acabarías muerto. Así que ve avanzando junto a ellos hacia el Oeste hasta ver que Mehrunes Dagon apareció. No tendrás problemas en identificarlo.

 

Cuando aparezca, date la vuelta y regresa para encontrar a Martin Septim. Cuando lo encuentres te dirá que quizás el Amuleto de los Reyes es la única manera de parar los demonios de Oblivion ahora. Te pedirá que le lleves pasado Mehrunes Dagon al Templo del Único. Haz que te siga y corre hacia la criatura gigante, pero pasa del monstruo. La puerta al templo está casi inmediatamente a tu izquierda después de esto. Ahora todo lo que tienes que hacer es hablar con Martin.

 

Con esto habrás acabado todas las misiones principales del juego.