Guía The Witcher 3: Wild Hunt

Blood and Wine

Filibert siempre paga sus deudas

 

 

 caballero espectral

 

Dirígete a la finca abandonada de Casteldaccia y nada más llegar tendrás que eliminar a un Caballero espectral de nivel 47.

 

Filibert siempre paga sus deudas

 

Con la zona despejada, examina el cadáver junto al pozo y recoge las “Notas de un vándalo de la hansa de Filibert”, entonces leelas para activar la misión.

 

-Zona: Toussaint

-Nivel recomendado: 48

 

Notas de un vándalo de la hansa de Filibert

Siempre he disfrutado practicando mi oficio. Matar es algo tan natural para mí como sonarme la nariz. Me criaron para ser caballero, y ser un forajido no es muy diferente. Primero sangre y espadas, luego vino y putas para olvidarte de los problemas. Pero desde aquella horrible noche... todo ha cambiado. Mis sueños se han convertido en pesadillas en las que revivo todos los acontecimientos una y otra vez...

 

Asaltamos la finca y sacamos a Máximo de la cama, con pijama y todo. Pero teníamos que dejarlo para el final y encargarnos primero de su familia. Esas eran las órdenes, nos gustaran o no, pero... una cosa es empalar a un paleto corpulento con el bigote manchado de vino y otra muy distinta es ahorcar a un mocoso. Chillaba como una chiquilla cuando los muchachos le pusieron el nudo corredizo al cuello. Macrinus intentó comprarnos, incluso llegó a enseñarme la palanca en forma de candelabro que abre la cámara oculta donde guarda los tesoros de su familia, pero las órdenes de Filibert eran claras.

 

Después le tocó a la mujer de Máximo... Los muchachos se divirtieron un buen rato con ella y lo obligaron a mirar. Demasiado rato. No conocía al pobre malnacido, ni tenía ni idea de lo que pudo hacerle a Filibert para que deseara un destino así para él y su familia, pero... era demasiado para mí. Cuando su familia estuvo colgando, dirigimos nuestra atención hacia Macrinus. Le clavamos atizadores al rojo, le cortamos las orejas y luego le rajamos las tripas... y él... no gritó ni una sola vez durante todo ese calvario. Solo gruñía en voz baja. Cuando le llegó la hora, sobre un charco de sus propios excrementos bajo el árbol donde habíamos colgado a su mujer y a sus hijos, me miró a los ojos y susurró: “¡Me vengaré! ¡En esta vida o en la otra!”. Esas fueron sus últimas palabras. En ese momento, el cielo se llenó de nubes negras y se levantó un gran vendaval... Luego di la orden de partir.

 

Recuerdo perfectamente cuando informé a Filibert de esto, era todo sonrisas. Más feliz que una perdiz. Ni siquiera me reprendió por no haber saqueado la mansión. Estaba claro que solo le importaba una cosa: la muerte de Macrinus.

 

Pero la noticia del tesoro que dejamos en Casteldaccia se extendió con rapidez por Monte Grulla y unos cuantos muchachos de nuestra hansa se están preparando para ir allí a ver qué pueden encontrar. Yo iré con ellos. Enterraré los restos que todavía queden allí, en el patio: quizás sus almas hallen descanso. Puede que así, al menos, limpie algunos de mis pecados. Puede que, al menos, pueda volver a dormir a pierna suelta.

 

casa de Macrinus casa de Macrinus

 

Entra en la casa de Macrinus justo enfrente, sube por la escalerilla y examina la vela junto al mueble para que este se mueva y revele el cofre oculto. Como siempre, ábrelo para completar la misión y luego evidentemente recoge su contenido.