Guía Assassin's Creed: Unity

Asesinatos por resolver

Un chocolate caliente de muerte

 

 

Resuelve el asesinato de la cena.

 

-Dificultad: 3

-Recompensa: 500 monedas y Espada de empuñadura completa

-Localización: Marais (Le Marais)

 

Un chocolate caliente de muerte Un chocolate caliente de muerte

 

Examina el cadáver que está en ese patio a cubierto para comenzar la misión. Tras resolver el caso estarás automáticamente junto a Lapparent, así que habla con él para completar ya la misión y recibir tu recompensa.

 

Pistas del Jardín

 

-Anillo

Un anillo de mujer arrojado a los matorrales. Mirándolo de cerca, una perla resulta ser un tapón extraíble para ocultar un diminuto vial. El vial está vacío, solo queda una gota de un líquido pegajoso, transparaente e inodoro.

 

-Cadáver de la mujer

Mujer, Valérie Duclos, ronda los 40. Viste sumamente elegante, el antiguo estilo de la monarquía. El rostro contrajo una expresión horrible. No hay indicios de violencia física.

 

-Declaración de Amélie Monvoisin

Amélie Monvoisin (hermana de la víctima):

Viste con clase, pero sin nada ostentoso. Identifica a la víctima como Valérie Duclos. La víctima insultó a todos en la fiesta. Afirma que la víctima amenazó a Georges con denunciarlo al Comité de Salvación Pública.

 

-Jardín de flores

Un jardín cuidado con flores de varias clases: dedaleras, belladonas, y otras cuya ingesta puede ser mortal.

 

-Taza volcada

Una taza de porcelana con un diseño japonés. Parece que llevaba chocolate caliente.

 

Pistas de la cocina

 

Accedes a la cocina desde el patio en el que comienzas la misión.

 

-Declaración de la doncella

Doncella: entrada en años. La víctima le traía sin cuidado, pero conserva un grato recuerdo del marido de esta. Defiende a Georges y sostiene que la víctima solía “mirar por encima del hombro” a Pierre y Amélie. Dice que Amélie no tiene un penique en su cuenta.

 

-Mortero y pilón

Un gran mortero de cerámica usado para moler las hierbas del jardín.

 

-Provisiones de cocina

Una gran jarra de barro y restos de una pasta espesa de cacao. También hay un tarro que contiene cacao en polvo finamente molido, una jarra vacía de leche y una urna con azúcar.

 

Pistas del comedor

 

Está justo encima de la cocina, por lo que tendrás que trepar desde el jardín.

 

-Carta para Pierre

Hay una nota dirigida a Pierre sobre la mesa, seguramente de su madre, Valérie:

“Hijo mío, te escribo para advertirte y reprender tu conducta. Desde que tu padre murió, veo que has gozado de una libertad económica sin precedentes gracias a su estúpida generosidad para contigo (mientras, yo he tenido que vivir con una miseria). Tu tía Amélie ha descubierto hace poco un documento que deja muy claro que yo tenía que haberme hecho cargo de la fortuna de mi familia tras la muerte de su padre, sin importar las absurdas alegaciones de nuestro decrépito “albacea”, el cual despilfarra nuestro dinero en sus estúpidos negocios de Oriente.

Dado que pronto asumiré el control de toda la herencia, debes reprimir tus extravagancias, especialmente con esa arpía con la que intimas. Tendrás que afrontar solo las deudas que hayas contraído, sean cuales sean.

No te ilusiones con que Amélie acuda a tu rescate; el hecho de que hayas sido ridículamente generoso con ella es irrelevante. El dinero se queda conmigo. Ella tendrá una pequeña manutención y puede conservar las irrisorias joyas de mi madre. No aprecia el valor del dinero, así que cuanto menos tenga, mejor para ella.

 

-Declaración de Georges Villiers-Segonac

Georges Villiers-Segonzac (amigo de la familia): entrado en años, vestido impecablemente. Admite haber recibido amenazas por parte de la víctima; algo fuera de lo común. Amélie le dio el chocolate caliente para que se lo diera a Valérie. Valérie murió poco después, pero se tomó la molestia de llamar “manipuladora” a Lucille.

 

-Declaración de Pierre Duclos

Pierre Duclos (hijo de la víctima): un joven seguro de sí mismo. Viste con ropas de rico. Se hizo con casi toda la herencia de su padre. La idea del chocolate caliente para su madre era suya. Declara que le dio a Lucille una taza para que se la llevara a Valérie, pero Amélie se interpuso y se la llevó, seguramente porque la presencia de Lucille enfurecería aún más a Valérie. Dice que ahora es libre para desposarse con Lucille.

 

-Olla de plata

Una olla ornamentada en plata sobre una bandeja con cuatro tazas de porcelana, todas ellas con diseños japoneses. Una taza está llena de chocolate frío, las otras contienen posos.

 

-Tabaquera

Una elegante tabaquera japonesa. Hay un nombre inscrito: G. Villiers-Segonzac

 

Pistas del estudio

 

El estudio está en esa misma sala pero al otro lado del biombo.

 

-Carta arrugada

Una carta arrugada hallada en el suelo. Parece ser de una asesoría legal.

***

Querida Madame Duclos:

Un servidor fue testigo de cuando su difunto marido firmó su última voluntad y testamento a escasos meses de su fallecimiento. Permitió que su amigo Georges Villiers-Segonzac fuera el albacea del patrimonio, y que la mayor parte de él fuera a parar a su hijo, Pierre. El asunto lo abordamos con un coñac sobre la mesa y él se mostró de lo más razonable.

Madame, le agradecería que no pusiera en entredicho mi entereza y profesionalidad. Ni su marido, ni el señor Villiers-Segonzac revelaron el documento que usted ha sacado a la luz, y me gustaría pensar que no fueron conscientes de su existencia.

En cualquier caso, el documento parece ser auténtico y le confiere un derecho incuestionable sobre los bienes. No obstante, hay un obstáculo que se interpone en su deseo manifiesto de tomar el control inmediato y directo de la herencia: según la ley, la mujer no puede gestionar sus actividades financieras. Por tanto, el señor Georges Viliers-Segonzac conservará plena autoridad sobre todas las fortunas, independientemente de que los bienes le hayan pertenecido siempre a usted y nunca a su marido. La voluntad de su marido dicta que, mientras el señor Villiers-Segonzac se encuentre en activo, él será el que gestione la herencia, y no usted.

Le ruego que acepte mi aprecio y estima más sinceros,

Maxime Siquotie.

 

-Compendio

Un antiguo libro con el nombre de La Voisin en el interior de la tapa. Hay un pasaje marcado:

***

“He conseguido esta receta de una amistad cercana que a su vez la obtuvo de un allegado, a quien se le atribuye haberla recibido de cierto caballero italiano, lo cual demuestra su autenticidad. Produce un líquido exento de color, olor y sabor que logra el resultado deseado en cuestión de minutos. Muchos han ansiado el secreto que voy a divulgar. Mantenlo a buen recaudo.”

***

El pasaje continua con un intrincado proceso en el que se fabrica un líquido transparente e inodoro a base de arsénico, hojas de belladona y plomo molido. También hay anotaciones sueltas escritas en tinta descolorida por otro puño y letra.

 

-Documentos

La caja fuerte contiene un antiguo documento que se encuentra en lo alto de otros muchos.

****

Mi madre, gracias a sus negocios, amasó una fortuna personal considerable antes de su muerte y me la dejó a mí, su hija mayor. Con el fin de honrarla, declaro que su legado pase a la mujer más vieja con vida de la línea sucesoria del apellido Monvoisin.

Mi patrimonio se ha mantenido en fideicomiso, y sus ingresos beneficiarán directamente a mi heredera. Cuando dicha heredera muera, las riquezas pasarán a su hija mayor; de no haberla, a su hermana mayor; y de no haberla, a la allegada más anciana.

Además, la heredera tomará posesión del libro común de mi madre y de su colección de anillos y collares de cristal. El uso juicioso de estos es fundamental para el éxito de la empresa; es más, el valor simbólico de dichos artículos es más poderoso que cualquier riqueza.

Declaro que esta sea mi voluntad tras mi muerte.

-Marguerite Monvoisin

Belle-Île-en-Mer, 1692

 

-Un libro, “La sociedad parisina”

“Hechos remarcables de la sociedad parisina, volumen XI”

Hay una página marcada acerca de los envenenamientos de La Voisin durante el siglo pasado. Parece que una tal Catherine Deshayes La Voisin y su hija, Marguerite Monvoisin, estuvieron involucradas.

 

Pistas de la terraza

 

Sal al balcón y trepa a la terraza que está justo encima.

 

-Declaración de Lucille Tuchet

Lucille Tuchet: de unos 38 años. Afirma haber mantenido una relación cordial con la víctima a pesar de la preocupación que esta mostraba por la diferencia de edad entre ella y Pierre (hijo de la víctima). El marido de la víctima murió por asfixia hace algunos meses. El marido de la víctima delegó en Georges la economía familiar, acuerdo con el que la víctima no estaba conforme. Dijo que la víctima estaba bastante enfadada esa noche y que nunca antes había amenazado a Georges de forma tan directa.

 

Culpable

 

Baja al jardín en donde comenzaste y acusa a Amelie Montvoisin.

 

Resumen del caso

 

Valérie Duclos, cuyo apellido de soltera era Monvoisin, fue envenenada por Amélie, su hermana menor, para quedarse con la herencia familiar e indepencdizarse.

 

El crimen giraba en torno al patrimonio de Marguerite Monvoisin, cuya fortuna (creada probablemente a partir del uso y venta de venenos exóticos) pasaba a la mujer viva más vieja de la familia. Valérie era la mayor y había heredado la fortuna, pero su marido (muerto también en circunstancias dudosas) escribió un controvertido testamento. Dicho testamento dejaba a Valérie con las manos vacías y declaraba como albacea a Georges Villiers-Segonzac, amigo de la familia, y a Pierre Duclos, su hijo, como único administrador.

 

Un abogado le confirmó a Valérie que esa fortuna le correspondía a ella, pero mientras Georges Villiers-Segonzac siguiera “en activo”, no podría hacerse con ella. Por esa razón, Valérie se puso hecha una furia esa noche, y por esa misma razón se le ocurrió la idea de denunciar a Georges ante el Comité de Salvación Pública, y así eliminarlo de la ecuación.

 

No obstante, Amélie, su hermana menor, sin ingresos propios y dependiente de su parentesco, se dio cuenta de que si Valérie moría, el dinero iría a parar a ella por ser la siguiente en la línea sucesoria.

 

Amélie elaboró un potente veneno a partir de una receta heredada de Valérie y lo almacenó en un anillo de veneno (también heredado). Aquella misma noche, la víctima amenazó a Georges con denunciarlo. Amélie vio una oportunidad perfecta para borrar a su hermana del mapa e inculpar al desdichado Georges por ello. Envenenó en secreto el chocolate de Valérie, luego dio la taza a Georges y se deshizo del anillo en el jardín.