Guía Ultima VII: The Black Gate

Primeros pasos en Trinsic

 

 

La puerta lunar volvió a materializarse en un lugar que me resultó al momento muy familiar, en las calles de un pueblo junto a dos hombres que quedaron sin duda muy sorprendidos ante mi aparición. Tras unos instantes de duda, uno de ellos me reconoció y me saludó efusivamente: era mi amigo Lolo, mi viejo compañero de aventuras, que me explicó que me encontraba otra vez en Britannia, concretamente en una ciudad llamada Trinsic, y que de nuevo lo hacía convertido en el Avatar.

 

Lolo parecía estar muy contento con mi llegada y me rogó que le acompañara a los establos ya que algo terrible había ocurrido durante la noche. Me disponía a hacerlo cuando un nuevo personaje apareció en escena. Se trataba de Finnigan, el alcalde de la ciudad, que pese a mostrarse algo receloso al principio cambió de actitud cuando Lolo le reveló mi identidad. Me explicó que se había cometido un crimen en los establos durante la noche y me rogó que investigara el asunto, informándole de mis conclusiones más tarde.

 

Acompañado de Lolo entré en los establos y me encontré con el terrible espectáculo del cadáver de un hombre mutilado y ensangrentado, así como el de una gárgola cruelmente atravesada contra la pared. Recogí una llave dorada y, en la habitación del fondo donde estaba la gárgola muerta, recogí algunas monedas de oro. Me llamó la atención la presencia de un cubo con sangre y cuatro velas colocadas en torno a la víctima formando un cuadrado.

 

El hombre que acompañaba a Lolo a mi llegada resultó llamarse Petre y ser el cuidador de los establos. Explicó que la víctima se llamaba Christopher, era el herrero del pueblo y que había encontrado los cadáveres al amanecer. La gárgola se llamaba Inamo, vivía en la habitación del fondo y le ayudaba en el trabajo en los establos. Petre había observado las huellas de sangre que salían por la puerta trasera, y no dudó en señalar que pertenecían al asesino o asesinos de las dos desdichadas víctimas. Me ofreció el contrato de venta de un carro tirado por caballos que se encontraba fuera de la ciudad, cerca de la puerta norte.

 

Me dirigí a la casa de Finnigan, situada aproximadamente en el centro del pueblo y fácilmente reconocible por las dos fuentes colocadas en el jardín. Al hablarle de la llave que había encontrado en los establos, Finnigan me dio varias interesantes informaciones. Me explicó que Christopher tenía un hijo, que su casa se encontraba al noroeste de la ciudad y su taller al suroeste. También dijo que Gilberto, el vigía que estaba de guardia durante la noche, había sido atacado y encontrado inconsciente por Johnson, el compañero que venía a relevarle. En estos momentos Gilberto se encontraba reponiéndose de sus heridas en casa de Chantu el curandero, al oeste del pueblo, mientras que Johnson debía encontrarse aún en su puesto de vigía en el puerto. Finnigan recordó también que hace cuatro años se había cometido en Britain un crimen similar con los mismos componentes rituales.

 

Decidí comenzar mis investigaciones en la casa del difunto, y allí encontré un loro que, al ser golpeado por una maza colocada sobre una mesa, reveló lo que parecía ser la localización de un tesoro. Subí al segundo piso y allí encontré a un muchacho de unos catorce años que resultó ser Spark, el hijo del herrero. Me costó ganar su confianza, pero cuando lo hice el joven se ofreció con entusiasmo a seguirme para ayudarme en mi investigación y vengar así la muerte de su padre.

 

Spark me explicó que había tenido una terrible pesadilla durante la noche en la que un hombre de cara roja miraba a su padre. Sobresaltado por el sueño se había levantado de la cama y, al no encontrar a su padre en la casa, lo había buscado por la ciudad. Vio a un hombre con un garfio en la mano derecha y a una gárgola sin alas salir del establo, encontrando pocos segundos después los cadáveres de su padre e Inamo en el interior. Según Spark su padre pertenecía a la Fraternidad, una sociedad filosófica con ramas en todas las ciudades de Britannia y cuyo jefe en Trinsic se llamaba Klog. Al parecer Klog y otros dos compañeros suyos habían discutido con su padre hace una semana.

 

La llave encontrada en los establos resultó ser la del cofre situado en la habitación. En su interior había un medallón de la Fraternidad, 100 monedas de oro y un pergamino con un misterioso mensaje. Spark no supo explicar la procedencia de semejante cantidad de dinero, pero reconoció el pergamino como el que su padre había leído en su taller hace un par de días.

 

En casa de Chantu tuvimos la oportunidad de hablar con Gilberto, el vigía que había sido atacado durante la noche. No había podido ver a sus agresores, pero sin duda eran los mismos que habían cometido el terrible crimen. Recordó que esa noche había zarpado para Britain, la capital de Britannia, un barco llamado "La joya de la corona" y que los autores del crimen bien podrían haber tomado dicho barco y estar ya muy lejos de Trinsic. Nos recomendó hablar con Gargan el navegante, y antes de marchar recogí varias pociones no sin antes leer un interesante libro sobre sus propiedades.

 

Johnson, de guardia en la puerta este de la ciudad, reafirmó la historia de Gilberto y explicó que para viajar a Britain era necesario presentar las escrituras que certifiquen la posesión de un barco y dar una clave que solamente Finnigan podía proporcionar.

 

La casa de Gargan, un empedernido fumador de tabaco con graves problemas respiratorios, se encontraba al norte de los establos. Nos explicó que había visto a un hombre con un garfio y a una gárgola sin alas dirigirse hacia al este ayer al anochecer. Nos ofreció las escrituras de un barco pero no disponíamos de las 600 monedas de oro que solicitaba, de manera que abandonamos de momento la casa no sin antes coger un sextante, un lingote algunas monedas y una poción amarilla.

 

La casa de Klog y su esposa Ellen, situada al este de la casa de Finnigan, resultó ser el centro de reuniones de la Fraternidad. Encontré nada menos que 200 monedas de oro, otro medallón y una especie de báculo e, interrogando a Klog, descubrí entre otras cosas que el grupo se reunía todos los días a las nueve y que Christopher había explicado hace días su deseo de dejar la Fraternidacd, de forma que Klog y dos compañeros venidos de Britain llamados Abraham y Elizabeth habían mantenido una violenta discusión para intentar convencerle. Klog y Ellen insistían en decir que habían pasado toda la noche juntos, y tal insistencia en procurarse una coartada me pareció sumamente sospechosa.

 

Ya tenía suficiente información en mis manos, de modo que regresé a casa de Finnigan dispuesto a darle un informe completo de mis investigaciones. No tuve problemas en contestar todas sus preguntas (Christopher era herrero, en el lugar del crimen había encontrado una llave, la llave abría un cofre, en el cofre había tres objetos, el criminal tenía un garfio y las pistas apuntaban hacia "La joya de la corona"), de modo que Finnigan se mostró satisfecho y me pidió que viajara a Britain para seguir la pista del hombre del garfio. Me dio 100 monedas, la mitad de la suma prometida, y la clave que debía dar a los vigías para poder salir del pueblo después de cumplir una pequeña formalidad geográfica.

 

Antes de abandonar el pueblo examiné otras casas en busca de monedas de oro, comida y objetos interesantes tales como anillos, joyas y telas. Tuve ocasión de charlar con Apollonia, la hermosa tabernera del "Honorable Hound" y una chica perteneciente a la Fraternidad llamada Caroline, así como de recibir una sesión de entrenamiento a cargo de un caballero llamado Markus.

 

Fuente: Juegomania.org