Guía Dragon's Dogma: Dark Arisen

Altar Bitterblack

Después de haber pasado por la tranquila (de momento) Ciudad rendida, esta será la última zona y en la que nos vamos a enfrentar al boss final de Dark Arisen, Daimon. Sube las escaleras iniciales y prepárate para luchar con él tras la escena introductoria.

Aparte de que es bastante ágil, su ataque básico cuerpo a cuerpo podrá hacerte bastante daño y a menudo planeará velozmente hacia ti para intentar agarrarte con una de sus manos... y a no ser que tengas un nivel bastante alto y estés bien equipado, esto podrá ser fatal para tu personaje, así que estate atento y rueda/esquiva hacia él para que no te de agarrado. También deberás estar atento a los hechizos de varios tipos que te pueda lanzar, lo cual hará de forma más alocada a medida que va avanzando la pelea.

A lo que tendrás que prestar especial atención es cuando veas que se eleva en el aire lentamente creando una bola de energía bajo él. En ese momento tendrás que atacarle, a poder ser en la cabeza, con tus ataques o hechizos más potentes. Con esto conseguirás dos cosas, la primera es evitar que mate a todo tu grupo al instante y la segunda es dejarle momentaneamente aturdido, momento en el que será más vulnerable y deberá aprovechar para atacarle todo lo que puedas antes de que recupere de nuevo el sentido.

Y tampoco hay una estrategia... digamos óptima para esta batalla. El mejor consejo que os podemos dar en Eliteguias es que tengas como mínimo nivel 80, aunque lo ideal sería tener 100 o más. Si todavía no tenías un alto nivel al empezar Dark Arisen, lo podrás conseguir igualmente en las zonas de la expansión, simplemente da media vuelta antes de la pelea contra Daimon y ve a completar misiones de los tablones y/o a dar vueltas matando a los enemigos.

Cuando consigas derrotarlo, recoge todo lo que soltó y pasa por la nueva puerta que se abrió al fondo de la sala, en donde encontrarás todavía más tesoros de gran valor.