Guía Child of Light

Capítulo VIII

La más alta de todas

 

 

Comenzarás este capítulo junto a tu nuevo compañero Oengus, y seguirá siendo el único, ya que el resto (incluido el simpático Igniculus) se habrán quedado atrás. Esto lógicamente dificultará algo las cosas, aunque por otro lado los enemigos tampoco tienen mucha dificultad, así que tampoco te preocupes demasiado.

 

 

La más alta de todas

 

Abre el cofre de la izquierda y baja por ahí mismo de vuelta al interior para enfrentarte a ese primer enemigo que te espera al otro lado de la puerta. Entonces continua avanzando por el camino con cuidado de los pinchos que salen de las paredes así como de las espinas fijas.

 

La más alta de todas

 

Por la izquierda te espera un enemigo algo fuerte, así que vamos a esperar a tener de vuelta a tus compañeros y de momento mejor ir hacia abajo.

 

La más alta de todas La más alta de todas

 

Avanza por esa sala de la maquinaria y pasa por la puerta de la parte de abajo a la izquierda. Irás a parar en la sala en la que se encuentran todos tus compañeros, así que acciona la palanca para que se unan todos de nuevo a tu grupo.

 

La más alta de todas

 

Primero échale un vistazo a los Oculi de tus compañeros y luego recorre toda la zona en busca de los objetos que te has dejado atrás por que no tenías contigo a Igniculus. Entonces regresa a la intersección y esta vez si ve por la izquierda para enfrentarte a una Hiena negra. Los ataques físicos prácticamente no le hacen nada, así que necesitarás atacarle con la magia de Finn así como con la luz de Aurora, y ya podrás utilizar como de costumbre a Igniculus para ralentizarlo y/o recoger los orbes de las flores (sin tus compañeros sería un suicidio).

 

De vuelta en la sala de los engranajes... mueve el pequeño de la derecha con Igniculus, acciona manualmente la palanca del suelo y luego haz girar con Igniculus el engranaje grande de arriba a la izquierda para poner la maquinaria en funcionamiento y abrir la trampilla del suelo.

 

Continua bajando por el único camino disponible hasta que Óengus salga momentaneamente de tu grupo y se quede parado frente a una puerta en las escaleras, entonces habla con él para comenzar la misión secundaria El aprieto de Óengus.

 

Tanto si has terminado esa misión como sino, ve todo a la derecha por el puente hasta ver una pequeña escena tras la cual viene el combate contra un boss.

 

Boss: Crepusculum

 

Crepusculum

 

Primero tienes que centrarte en eliminar a los dos enemigos menores con la “Luz estelar” de Aurora y con cualquier magia de Finn, de uno en uno. Lo más importante es que no utilices nunca ataques físicos, por que aparte de no hacerles casi nada de daño, sus contraataques no te van a sentar nada bien.

 

Estate siempre preparado para sacar a Rubella si necesitas recuperar vida (no dejes que baje nunca de 100 +o- para estar seguro) o a Robert si necesitas curar un estado alterado, pero trae de vuelta a Aurora o Finn tan pronto como puedas.

 

En cuanto te quedes solo con el jefazo, cambia a Finn por Óengus y dedícate única y exclusivamente a lanzar ataques físicos. Y no caigas en la tentación de interrumpir sus turnos (defiende si ves que lo vas a provocar), ya que su contraataque consistirá en curarse a si mismo una gran cantidad de vida y no querrás que eso suceda.

 

Tras la pelea verás una serie de escenas tras las cuales lo interesante es que esos recuadros del árbol de habilidades que estaban vacíos, ahora se llenarán con nuevas habilidades más poderosas, aunque algunas necesitarán dos puntos para activarse.

 

En cualquier caso, avanza hasta el final del puente para ir a las tierras anegadas, completando así este capítulo y comenzando el de La piscis y el ogro.