Guía Kingdom Come: Deliverance

Crimen y reputación

Todas tus acciones tienen un impacto en la forma en la que las personas que te rodean reaccionan ante ti. Puedes ver el estado de tu reputación en la pestaña Jugador, en la subpestaña Reputación. Cuanto mejor sea tu reputación, un comportamiento más amistoso y útil podrás esperar de los demás; las personas hablarán contigo de buena gana, serán más fáciles de persuadir o sobornar y te ofrecerán mejores precios en los trueques.

Tu reputación estará bajo supervisión en ubicaciones individuales y verás en qué punto se encuentra frente a las distintas facciones de personas que conoces en cada ubicación haciendo clic en ellas. Cada PNJ pertenece a al menos una facción (a veces a varias a la vez) y puede estar seguro de que hablará a la comunidad sobre tu buena o mala conducta.

Además de tu reputación en las diferentes partes del mundo, tus relaciones con los individuos particulares también son importantes. Si haces o dices algo para agradar u ofender a una persona en particular, te tratarán de manera diferente que los demás de su(s) facción(es).

Tu reputación cae no solo cuando cometes crímenes u otras acciones no cristianas, sino también cuando intimidas a las personas, rechazas las solicitudes o les mientes (¡si te descubren, por supuesto!). Puedes limpiar su buen nombre ayudando a la persona en cuestión o a alguien cercano a ellos, pagando generosamente o vendiendo a precios bajos en los tratos. Si todo lo demás falla, el tiempo cura todas las heridas y la gente finalmente olvidará tus agravios.

Crimen y castigo

Todas las infracciones de la ley son castigadas y la severidad del castigo se ajusta al crimen. El robo te supondrá una multa y la confiscación del botín, mientras que un asesinato tendrá un castigo mucho más severo. La naturaleza del castigo se indica en el icono junto a la brújula en la parte superior de la pantalla.

Si alguien te ve cometer un delito, pero no te capturan, aún no estarás al descubierto. Los testigos te recordarán y si vuelves a la escena del crimen existe una gran posibilidad de que los guardias sigan buscándote y te persigan. Esto se indica en el icono de castigo que vuelve a aparecer junto a la brújula a tu regreso.

Cuando los corchetes te atrapen, a menos que quieran matarte directamente, confiscarán todo tu botín e impondrán un castigo por todas tus infracciones conocidas. Una vez que aceptes tu castigo, todos tus delitos conocidos en ese lugar serán eliminados. Si consideras que el castigo es demasiado severo, puedes tratar de evitarlo. Y si eso no funciona, siempre puedes resistirte al arresto o fugarte. Aunque una vez que decidas tomar ese curso de acción, los guardias adoptarán una actitud más severa e intentarán detenerte por la fuerza.

Tu última opción es aceptar una sentencia de cárcel y cumplir el castigo por tu crimen. Lo malo es que pudrirte en una mazmorra no será muy bueno para ti.

La mejor manera de evitar la confrontación con la ley es no meterte en líos. Y si no consigues ser bueno, al menos ten cuidado, ¡que no te atrapen y no dejes testigos!

Mercancía robada

La mercancía robada que llevas se marca en tu inventario como tal.

Si un guardia te la encuentra, siempre los confiscará. Eso puede suceder si te arrestan o incluso durante un registro rutinario en la puerta de la ciudad en tiempos difíciles.

Vender productos robados a un comerciante es otra cuestión. No hay muchas posibilidades de que alguien reconozca una manzana o col robada, pero si robas una cadena de oro del merino de Rataje, llamará la atención, no solo en Rataje, sino también en muchos km a la redonda. Si alguien reconoce tu botín, también depende de lo cerca de la escena del robo que intentes venderlo y el tiempo que haya pasado desde que fue robado. Cuando pasa el tiempo suficiente, la gente se olvidará del objeto robado, incluso en la escena del crimen, y pueden volver a comprarlo. Por lo tanto, cuanto más valioso y raro sea un objeto robado, cuanto más lejos estés y más tarde lo vendas, mejor.

Si tu botín es muy suculento, lo mejor es ir a un lugar conocido. Por ejemplo, los molineros tienen reputación de involucrarse en negocios turbios.