Guía Kingdom Come: Deliverance

Una aguja en un pajar

 

 

Se activa automáticamente al completar la misión anterior Pobreza, castidad y obediencia.

 

NOTA:

Mientras estés dentro del Monasterio, procura no solo hacer todo lo que te manden sino evidentemente no hacer tonterías como robar y demás (o al menos que no te pillen haciéndolo). En cualquier aso, haz un guardado aparte antes de comenzar esta misión por si acaso, ya que si las cosas salen mal, te será más sencillo simplemente cargar esa partida y volver a intentarlo.

 

Respecto a robar el “Necronomicon” para la secundaria Espíritu inquieto, mejor que lo hagas antes de esta misión para evitar problemas.

 

Y ya por último, haz todas las secundarias que estén disponibles durante tu estancia aquí, por que el salir del templo y pasar mucho tiempo fuera significa la expulsión inmediata, fallando también la secundaria En el claustro.

 

Una aguja en un pajar

 

Tras las escenas iniciales hablarás automáticamente con Antonius, al cual deberás responderle lo siguiente:

 

-¿Podríamos omitir la ronda?.

-Gracias por todo. Echaré un vistazo solo.

-Ya me las arreglaré.

 

Luego habla inmediatamente con él y elige lo siguiente:

 

-Contarle la búsqueda de Pío.

-Quiero encontrarlo y matarlo.

-Por favor, no le digáis nada (opción de Diálogo).

 

En este momento se habrá activado la misión secundaria En el claustro, así que ve a hacerla ahora mismo, o más bien simplemente consulta su sección para saber en lo que consiste el día a día dentro del monasterio (allí ya te damos más explicaciones sobre esto).

 

Una aguja en un pajar

 

En lo que a esta principal se refiere, y tomando en cuenta la rutina diaria mostrada en la secundaria, espera a que sea la hora de desayunar o de cenar y al terminar, levántate y verás que estás envenenado.

 

NOTA:

Lo de que el envenenamiento sea en el desayuno o en la cena depende de la hora a la que hablases con Antonius... por ejemplo si lo haces justo al terminar la misa de la mañana, en el desayuno no pasará nada y tendrás que esperar a la cena.

 

Al poco rato de haberte envenenado te desplomarás y al despertarte ya te hablará Antonius automáticamente, así que respóndele lo siguiente.

 

-¿Qué trato?

-Estoy de acuerdo

-Muy bien. Hagámoslo como decís.

-¿Qué haréis?

-¿Y dónde se puede encontrar sangre en este monasterio?

-¿Para qué quiero las llaves?

-Sé todo lo que requiero saber. Me puedo poner a ello

 

Te habrá dado un antídoto, así que tómatelo para curarte el veneno y luego duerme hasta las 23:00.

 

Una aguja en un pajar

 

Al ser de noche estarán todos durmiendo, así que manos a la obra (y ni caso al mensaje de que estás descuidando tus tareas). Regresa al comedor en el piso inferior y pasa por la puerta del fondo para entrar en la cocina (de nuevo, ni caso al aviso de que estás cometiendo allanamiento). Sobre el mostrador a la izquierda (entre la puerta por la que entras a la cocina y la que lleva al almacén) habrá un papel, así que acércate a él y pulsa el botón indicado para “Usar”.

 

Vuelve al día siguiente a la misma hora (sí, otra vez a pasar por todas las tareas si no quieres problemas) y ahí mismo encontrarás la “Piel de cabra llena de sangre”.

 

Una aguja en un pajar

 

Ahora entra en el almacén, ve todo recto y pasa por la puerta del fondo para entrar en la siguiente sala. Al fondo de esta pequeña habitación hay una estantería en la que está la “Llave del monasterio”. Está tan oscuro que no verás nada (y te faltan las antorchas), pero no te preocupes, podrás recoger igual la llave.

 

Con la sangre y las llaves en tu poder, regresa junto a Antonius, el cual no vendrá indicado, pero si todavía es de noche (por mucha calma que te dieses, no deberán ser más de 01:00) lo encontrarás durmiendo en su propia cama en los dormitorios. Dile que ya tienes todo lo necesario para escapar.

 

Una aguja en un pajar

 

Ahora vuelve a tu cama y descansa, sigue con tus tareas habituales o simplemente espera hasta las 16:00 del día siguiente, que es la hora de la misa de tarde. Nada más terminar, espera hasta las 18:00 (sino lo son ya) y en lugar de ir a comer como de costumbre, sube al dormitorio en el segundo piso para hablar allí con Antonius, el cual ahora sí que debería estar marcado como objetivo principal.

 

Una aguja en un pajar

 

Al hablar con él verás una escena en la que lanza la sangre abajo, así que al terminar síguelo hasta la iglesia donde tienen lugar las misas y luego síguelo hasta llegar al exterior. Dile que no le puedes dejar marchar y que le vas a entregar al merino, tras lo cual tendrás que vencerlo en una pelea a puñetazos.

 

Al terminar la pelea verás unas escenas con las cuales habrás completado esta misión (sin tener que matar a Antonius) y comenzado la siguiente, Los dados se han lanzado.

 

NOTA:

Automáticamente te darán todas tus cosas que hayas dejado en el cofre indicado para la misión, aunque si has hecho caso a lo que te dijimos en Eliteguias en la misión anterior (algo que se hizo solo por si acaso, para evitar posibles problemas), fallarás el objetivo de recuperar tus pertenencias, pero no te preocupes, por que lo importante, que son tus pertenencias, te estarán esperando en el cofre del Molino de Rataje.

 

NOTA:

Lo se, el Monasterio y sus dichosas rutinas, mensajes de que te las estás saltando, monjes dándote el sermón sobre ello, etc... son un auténtico fastidio, pero... dos cosas:

 

-Lo primero es que si te cansas de todo eso, siempre puedes ir sin más a por Antonius para eliminarlo y salir pitando de allí... aunque eso te dará problemas en el monasterio y fastidiarás el logro/trofeo de no matar a nadie en todo el juego.

 

-Y lo segundo, para únicamente esta principal no tienes por que seguir las normas del monasterio al pie de la letra y seguir todas sus rutinas... si tienes que esperar por algo al día siguiente (por ejemplo) puedes dormir o dejar pasar el tiempo sin más, simplemente evita que el típico sacerdote te venga a hablar y pedir explicaciones de por qué no estás haciendo tus tareas (se supone que hay un límite por el que te puedes disculpar y que él te perdone sin expulsarte).