Guía Final Fantasy XIII-2

Episodio III-B

Xanadú - Era incierta

 

 

Xanadú es el lugar por excelencia para tomarse un descanso de los viajes espacio-temporales. Aquí podrás encontrar diversos minijuegos y realizar una más que interesante visita a un personaje muy especial.

 

Abre la cápsula a tu izquierda para obtener un Vale del casino y habla con la chica disfrazada de gato (nekogirl, de toda la vida) para recibir un Mapa de Xanadú y otro Vale del casino.

 

Si tienes el Cristal eterno en el inventario por haber comenzado la partida con datos de guardado de Final Fantasy XIII, podrás abrir una cápsula a la derecha que contiene un ornamento exclusivo: Máscara de Lightning.

 

Después de hablar con todos y estar un rato dando vueltas en la ruleta, dirígete al edificio más al oeste, abriendo antes la caja de tesoro de al lado para obtener un Retrosello "La caída".

 

Al entrar en este edificio, la música cambiará y verás al fondo de la sala a una mujer con un traje muy similar al de Chocolina, pero en amarillo. Se trata de la Chocovidente, que te hará entrega de talentos al completar determinados objetivos.

 

Talentos:

Tras hablar con la Chocovidente por primera vez, un nuevo apartado pasará estar disponible en el menú principal: Talentos, para activar y desactivar a gusto estas habilidades especiales y únicas que te otorgará el personaje.

 

Los talentos son una ayuda fundamental para progresar y, sobre todo, para completar el 100% del juego. El requisito habitual para obtenerlos es haber conseguido todos los fragmentos de una localización o de varias de ellas, hecho por el que es particularmente importante ir completando misiones secundarias al mismo tiempo que se avanza en el argumento.

 

Esta primera vez, obtendrás gratuitamente los talentos Prestigio moguri y Buen regateador. El primero mejora el Proyectil moguri, de manera que ahora podrás encontrar objetos ocultos en lugares sospechosos, además de guiles; el segundo aumenta en un 10% el precio por el que vendes tus objetos a Chocolina.

 

No olvides entrar en el apartado Talentos y activar ambas capacidades para beneficiarte permanentemente de sus efectos.

 

Visita los otros dos edificios en busca de tesoros y para conocer los minijuegos que puedes probar. El del fondo es el Quiosco de las carreras, donde te puedes apuntar a... ¡Carreras de chocobos!

 

Carreras de chocobos:

Inscribe a tu chocobo, concediéndole previamente buenas habilidades, selecciona una carrera, elige una estrategia para superarla y apuesta una cantidad.

 

Ese es, a grandes rasgos, el funcionamiento de las carreras de chocobos, que está estrechamente ligado al desarrollo de tus especies como monstruos de mesnada: cuanto más evolucionado esté en el Cristarium, mejores serán sus atributos para competir. Al mismo tiempo, la concesión de habilidades fuera de las carreras significa, dentro de ellas, la activación de algunas características especiales para aumentar la velocidad o reducir la fatiga, entre muchas otras.

 

Puede que ya hayas advertido que el chocobo es el único monstruo de mesnada del que puedes tener varios ejemplares al mismo tiempo. Precisamente, es así por las carreras, para que puedas criar a varios y repartirlos entre tus formaciones o inscribirlos aquí, dado que los inscritos dejan de formar parte de la mesnada hasta que los recuperas.

 

Este minijuego es más complejo de lo que parece, por lo que puede que este no sea el momento más indicado para lanzarse a las carreras como loco, pues el hecho de que hayas obtenido a la especie recientemente significa que no estará suficientemente desarrollada como para tener alguna oportunidad en las carreras más avanzadas, donde aguardan los mejores premios. De todas formas, ten en cuenta esta segunda utilidad de los chocobos a la hora de criarlos y de sacrificarlos para conferir habilidades; tal vez les saques mayor partido aquí, compitiendo. Igualmente, más adelante conseguirás a un chocobo que puede convertirse en el ejemplar ideal para las carreras.

 

Interactúa con el pequeño chocobito a la izquierda de la sala para obtener el fragmento Pelusa de chocobito y 500 PC.

 

El edificio restante es el casino, propiamente dicho.

 

Tragaperras:

Este clásico minijuego no tiene demasiado misterio: apuesta fichas y que la suerte te acompañe. Dispone de un modo automático que puedes aprovechar haciéndole algún arreglillo al mando para que juegue solo mientras te vas de fiesta, aunque cabe tener en cuenta que las probabilidades de éxito son mayores cuando se juega manualmente.

 

Conseguir beneficios en las tragaperras no es barato, por lo que salir de la partida sin guardar cuando tengamos muchas pérdidas es la mejor opción. Sin embargo, hay premios muy suculentos esperando ser canjeados, como un mismísimo Artefacto maestro o un Cristal del caos que te llamará la atención más adelante. La cosa no acaba ahí, sino que si quieres completar el juego al 100% deberás pasar obligatoriamente por estas máquinas para conseguir todos los fragmentos.

 

Cuando hayas amasado una buena cantidad de guiles y te sientas afortunado, prueba a comprar un número importante de fichas (lo ideal es rozar las 10.000; a mayor número, mayores probabilidades de beneficio), entra y sal de Xanadú hasta que la chica frente a la máquina te diga "¡Hace un calor veraniego!" (estado en el que disfrutas de la máxima rentabilidad) y lánzate al juego.

 

Cuando te aburras de este parque temático, regresa al Umbral de las Eras. La aventura continúa en Academia (400 d. H.), ya en el Episodio IV, pero este es el momento perfecto para detenerse a dar una vuelta por varias localizaciones en busca de aquellas cosas que quedaron incompletas a falta de Proyectil moguri, como señalé antes de entrar en la Estepa de Archylte.

 

Este recorrido opcional también será beneficioso de cara a los talentos que se reciben por poseer todos los fragmentos de determinadas localizaciones (visitaremos algunas épocas nuevas), y te llevará a conseguir algunos monstruos de mesnada exclusivos sin siquiera tener que enfrentarte a ellos.

 

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Fuente: Novacrystallis