Guía Daymare: 1998

Documentos

Diario de un soldado

 

 

20 de agosto de 1998

 

Primeras horas de la tarde

 

Aunque hemos sido entrenados física y mentalmente para aguantar situaciones extremas, nadie puede estar realmente preparado para esta pesadilla. Cuando mi división recibió la alerta anoche, solo tuvimos unos pocos minutos para prepararnos y salir hacia una pequeña ciudad en medio de la nada. Me di cuenta de que no era una misión normal por la mirada de nuestro supervisor, pero eso es lo normal siempre que se despliega nuestra unidad antiterrorismo. Dicho esto, jamás imaginé algo así.

 

Llegamos al amanecer tras cruzar lo que parecía un camino de bosques y montañas interminable. Cuando llegamos, fuimos atacados inmediatamente por un grupo de locos, incluso antes de que pudiéramos establecer un perímetro alrededor de la gasolinera. Algunos de mis compañeros resultaron heridos cuando nos atacaron como animales.

 

Nuestras órdenes son patrullar la carretera que lleva a la ciudad y poner en cuarentena todo el área, así que es fácil adivinar que algún tipo de enfermedad está fuera de control. Una vez que colocamos las barricadas, hicimos una pila con los cadáveres y los quemamos mientras los médicos montaban una especie de sala de urgencias para tratar a los sujetos infectos y heridos de su pequeño experimento.

 

A pesar de todo este infierno, ahora parece que la cosa está más tranquila... Lo que no está mal porque así puedo escribir sobre lo que ha pasado aquí. ¡Me siento sorprendentemente bien!

 

Atardecer

 

Parece que las próximas horas serán las últimas de esta ciudad y de sus indefensos habitantes... Puede que incluso también las nuestras.

 

He oído al teniente Ford por la radio con la base de control que está en la presa. Parece que hemos cantado victoria antes de tiempo... Los infectados están haciendo añicos a nuestros hombres en esas calles. Ahora hemos perdido la comunicación con todas las unidades y, según el último comunicado, una horda de infectados se dirige hacia aquí.

 

El general McClintock ha decidido seguir adelante con el Protocolo de Limpieza Total y reducir este lugar a cenizas con todo lo que haya. Nos han ordenado mantener las posiciones y detener el ataque hasta que se nos comunique lo contrario. Tenemos que disparar a matar, sea quien sea, esté infectado o no, ya que podrían ser portadores de esta enfermedad de mierda.

 

No sé... No me gusta la idea de disparar a gente inocente, así como no me gustó la mirada del supervisor... Desde el principio no nos han dado toda la información necesaria sobre lo que realmente está pasando aquí. Pero se está haciendo tarde. No hay nada que podamos hacer salvo restringir el acceso a la ciudad, mantener a esos monstruos a raya y rezar a Dios todopoderoso por sobrevivir y ver un nuevo amanecer.

 

Marv

 

-Localización: Lugar del accidente

 

Diario de un soldado Diario de un soldado

 

Sobre ese banco de trabajo en el interior del garaje de la gasolinera.