Guía Dragon Age: Inquisition

Códice - Grupos

Los guardas grises

La Ruina llevaba meses asolando la tierra; los ejércitos de los grandes reyes se preparaba para una última acometida. Cuando el sol asomó entre las nubes que plagaban un cielo oscuro, iluminó una horda de enfurecidos engendros tenebrosos encabezados por el archidemonio.

Entonces, cuando el coraje se desvanecía y la muerte parecía llevárselo todo, aparecieron los guardas grises.

Llegaron con el batir de las alas como poderosos tambores de guerra y se situaron ante los ejércitos. Los guardas grises, adustos e intrépidos, avanzaron entre los hombres y los engendros tenebrosos invasores. Formaron un escudo con sus propios cuerpos y aguantaron la posición hasta que murió el archidemonio y el último engendro tenebroso yacía sobre la tierra. Luego, sin pedir recompensa o reconocimiento alguno por su sacrificio, se marcharon. Cuando las nubes desaparecieron y el sol iluminó la tierra arruinada, los grandes reyes se percataron de que no habían sufrido bajas, la sangre de sus ejércitos no había sido derramada...

Esta historia no narra una batalla librada por los guardas grises, nos habla de ellos. Siempre nos han defendido de los engendros tenebrosos y se han sacrificado para que no lo hiciésemos nosotros.

--Adaptación de una leyenda de los guardas grises

La historia arriba narrada es muy popular y cada región introduce sus variantes. Los marqueños sustituyen a los “Grandes reyes” por cargos propios de sus ciudades estado. En Ferelden, el ejército de guardas suele dividirse en dos, representando a los héroes nacionales que derrotaron al archidemonio en Denerim durante la quinta Ruina.

El “Batir de las alas” es una referencia a los grifos que los guardas montan en combate. Aunque los grifos se extinguieron mucho antes de la última Ruina, están presentes en muchas historias. Algunas veces representan el coraje descontrolado de los guardas, pero también sirven para complacer al público.

--De Historias de los guardas, de la hermana Manon