Guía Dragon Age: Inquisition

Códice - Historia

El Coloso de Orlais

 

 

El Coloso de Orlais

 

El emperador Florian era una persona solitaria y no estaba orgulloso de su rostro. Tradicionalmente, los emperadores y emperatrices orlesianas quedan inmortalizados en mármol bañado en oro. Florian, obligado a encargar una estatua, optó por una roca de arenisca roja del yermo Siseante y ordenó que se esculpiese allí, donde no podía verla.

 

Al serle presentada una propuesta oficial, el emperador comenzó a dibujar con desgana el papel y a añadir círculos alrededor del escudo real, los ojos de la estatua y las dimensiones y el coste del proyecto. Su firma hizo que ese papel se convirtiese en un documento oficial de la corte y se negó a estudiar otras propuestas presentadas a última hora que enviaron a sus aposentos. Por eso consideró el asunto “por fin zanjado”.

 

Y así nació el Coloso de Orlais.

 

Decenas de escultores, cientos de mineros y tres topógrafos muy bien remunerados eligieron una colina estable en el Yermo y comenzaron las obras. Un año después, unos trabajadores descubrieron unas ruinas enanas cerca de la base de la estatua, lo que se interpretó como un signo de que la tierra era resistente y las grandes obras prosiguieron hasta la muerte de Florian. Cuando la emperatriz Celene subió al trono ordenó detener la construcción de la costosa esfinge. “Los súbditos que trabajan en este noble proyecto deben guardar luto”, dijo.

 

Curiosamente, la emperatriz Celene nunca ordenó que las obras del coloso de Orlais se reanudasen, ni ofreció la opción de sacar la estatua del Yermo.

 

--De Una Iustración de las artes y los artefactos de la corte imperial de Orlais, por Lady Simone Therese Germaine.

 

Localización:

En un punto de interés del Yermo Siseante.