Guía Dragon Age: Inquisition

Códice - Historia

Los guardianes de la puerta

 

 

Los guardianes de la puerta

 

Y, mientras cruzaba el desierto, vi a una gigantesca figura con armadura cuya forma brotaba del cielo como una macha. Al principio creí que no era más que lo que veía, una simple estatua con pinchos, pero, cuando me acerqué, esta engañosa imagen se transformó en un guerrero tan grácil como enorme, con su bastón filoso señalando hacia mí y la energía crepitando en la punta. Aunque mi posición distaba mucho de ser la óptima (la magia primordial ardía a unos pocos palmos de mi cara), mantuve la sangre fría y le pedí al poderoso gólem que se apiadara de mí.

 

La figura con armadura habló con una voz que hizo retumbar los cielos y aullar a las estrellas. Buscaba magia para mantenerse con vida, según me dijo, y la sangre de la tierra era la energía que le permitía sobrevivir. Como sabía de los enanos y el lirio que proporcionan a nuestros magos, le dije al gólem que buscara al mago Atronis, que vivía cerca de Perivantium, y este se fue sin mediar más palabra.

 

En él me inspiré para los guardianes de la puerta que he diseñado, por muy fantasiosa que pueda parecer la historia. En cuanto a por qué he pedido que cada guardián nacido de mis diseños se le incrustara una varilla de lirio, debo decir que como decoración, principalmente. Si el arconte Ishal, siendo un autócrata amable como es, ve adecuado que mis estatuas se conozcan por todo el imperio –dicen que se pondrá una en el Acceso Occidental-- atesoraré la esperanza de que algún día pueda ver a una caminar de nuevo.

 

--Una historia contada por Appius Trius, famoso escultor cuyas creaciones espolearon la imaginación de todos cuantos las contemplaron, tal y como se recoge en Artistas del Antiguo Tevinter

 

Localización:

En la base de las escaleras de la Torre Ritual en Acceso Occidental.