Guía Dragon Age: Inquisition

Códice - Cartas y notas

Documentos el castillo de Suledin

¿Sabemos algo de ese tal Imshael? ¿De dónde ha salido? ¿Por qué tenemos que someternos a él? Queyo sepa, no es de la orden, y hay algo en él que me inquieta.

Hayden

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Extracto del diario de un templario rojo:

Cada vez que me cuesta más escribir. Me duelen las manos al moverlas, como si tuviese cristales clavados en los nudillos. No me merezco cuando me veo en el espejo. Recuerdo que al teniente Erasmus le pasó lo mismo. Parecía un muerto viviente, su complexión era una burda imitación de vida. En lugar de sangre, por sus venas corría lirio rojo. Lo maté y al mismo tiempo lo mantuve con vida.

Ya no quiero esto. Me ha dado poder, pero va en contra de todo lo que me han enseñado. Algunas veces me dejo llevar por el fervor, pero cuando estoy calmado recuerdo lo que era y en lo que creía.

Hay quien dice que Imshael puede curarnos. Si se lo pedimos, puede sacar el lirio rojo de nuestros cuerpos a cambio de un precio. Cualquier precio es poco. Solo quiero volver a ser yo mismo.

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De los escritos de caballero capitán Fornier:

Llegamos a las Tierras Altas por la noche. Recibí inmediatamente la tarea de supervisar la adquisición y la dotación de personal de la cantera de Sahrnia. Le pregunté al general por qué necesitábamos una cantera si los cristales crecen en cualquier sitio. Por lo visto, el Antiguo cree que la composición de estas tierras hace que crezca más rápido y en mayor cantidad. No le pregunté por qué lo cree. Al general no le gustan las preguntas. Seguramente no lo sepa.

Algunos de mis efectivos piensan que debemos tomar la cantera por la fuerza. El general no ha especificado cómo tengo que apropiarme del terreno y estoy considerando una estrategia más moderada. Si levantamos sospechas, aumentarán las posibilidades de que suframos una investigación militar, incluso quizá de la recientemente formada Inquisición. Debemos operar en secreto todo el tiempo que podamos.

Ayer exploré la cantera. Está todo muy tranquilo. Con la guerra, supongo que la demanda de granito de lujo ha disminuido considerablemente. Se me ha ocurrido algo: el comercio aporta muchas cosas. ¿Por qué no aprovecharlo?.

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Mi señor Imshael:

Hay un soldado en Sahrnia llamado Michel. Llegó anoche y ha estado haciendo preguntas sobre el castillo y sobre vos en particular. Va diciendo que sois un demonio. ¿Nos ocupamos de él?.

-Conall

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¿Un demonio? Es horrible llamar así a alguien.

No. Dejad tranquilo a Michel. Ha dejado clara su postura. Estoy deseando ver qué hace a continuación... Aunque temo que en menos de una semana va a tropezar con sus buenas intenciones y caerse a un pozo.

-Imshael