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Códice - Cuentos e historias

Los problemas de un erudito de la Capilla

 

 

Los problemas de un erudito de la Capilla

 

Como estudiantes de cultura, es importante reconocer siempre vuestras predisposiciones. Yo muestro siempre abiertamente mi perspectiva de la Capilla, pues si mis lectores no entienden la óptica desde la que veo el mundo, no pueden tener en cuenta el modo en que estas predisposiciones pueden afectar a mi escritura.

 

Reunir información precisa es difícil en un lugar tan vasto y fragmentado como Thedas. Un hombre puede explayarse sobre tratos escabrosos con un rey, para luego negarse a proporcionar su nombre o prueba alguna del relato. Otras fuentes pueden contradecirlo en extremo. Emprender viajes a algunas de las zonas más remotas del continente no es nada comparado con la dificultad que he tenido para encontrar contactos en los que poder confiar. No puedo deciros la de veces que “personas respetables” han intentado engañarme, a veces por deseos de notoriedad, pero más a menudo en aras de algún interés personal. Los contactos qunari, dalishanos y tevinteranos de confianza son especialmente escasos, y atesoro las pocas amistades de este talante que me he granjeado. Con frecuencia soy yo quien he de ganarme su confianza.

 

Los textos también pueden ser poco fiables. Por mis extensas lecturas, he determinado que Andraste fue una orlesiana fereldena que nació en todos los pueblos de aquí a Hossberg. Lo poco que queda de la historia élfica ha sido contado una y otra vez, cambiado y deformado, hasta que los relatos quedan irreconocibles. Tengo un particular respeto por los enanos, ya que no hay ningún otro pueblo tan obsesionado con el registro de una historia precisa y completa. Ojalá los moldeadores fuesen tan abiertos como los cielos que temen.

 

Si puedo sincerarme, el largo reinado de la Capilla ha hecho que dejar constancia de la realidad sea, en ocasiones, una odisea. La mayoría de historias comunes han sido reescritas bajo el filtro de mi religión. Todo tiene un significado en relación con el Hacedor. Y, aunque esto es inevitable, a veces provoca conflictos entre lo que se enseña en la Capilla y lo que he visto con mis propios ojos.

 

Si bien mi fe en el Hacedor es absoluta, solo un necio ignoraría las lecciones que pueden aprenderse en otras sociedades y religiones.

 

El Velo, por ejemplo. ¿Fue el reino del Hacedor, como dicta el conocimiento general, o el reino de los viejos dioses tevinteranos? Pocos dudarían de su existencia pero, más allá de eso, hay poco consenso entre los estudiosos. Aunque muchos estarían en desacuerdo conmigo, he llegado a creer que no hay ninguna certeza. He conocido a demasiadas personas y me he encontrado con demasiadas perspectivas como para no tener la mente abierta ante estas cosas.

 

--Extraído de una charla del hermano Genitivi en la Universidad de Orlais, pronunciada poco después de la publicación de su influyente obra En busca del saber: viajes de un erudito de la Capilla

 

Localización:

En la capilla del pueblo de Risco Rojo, en las Tierras Interiores.