Guía Dragon Age: Inquisition

Códice - Historia

Ghilan'nain, madre de las hallas

 

 

Ghilan'nain, madre de las hallas

 

Dicen que Ghilan'nain pertenecía al pueblo, en los tiempos anteriores a Arlathan, y que además era la elegida de Andruil, la cazadora. De cabellos blanco como la nieve, era muy hermosa y grácil como una gacela. Siempre era fiel a las enseñanzas de Andruil, que la favorecía por encima de todos sus demás seguidores.

 

Un día, mientras cazaba en el bosque, Ghilan'nain se cruzó con un cazador al que no conocía. A sus pies yacía un halcón con el corazón atravesado por una flecha. Ghilan'nain se enfureció, porque el halcón, al igual que la liebre, es uno de los animales predilectos de Andruil. Exigió al cazador que hiciera una ofrenda a Andruil por haberle quitado la vida a una de sus criaturas. Como el cazador se negaba, Ghilan'nain invocó los poderes de la diosa y lo maldijo para que nunca pudiera volver a cazar una criatura viva.

 

Presa de la maldición de Ghilan'nain, el hombre no tardó en descubrir que no era capaz de cazar nada. Sus presas se ocultaban con la rapidez de sus flechas y las aves echaban a volar al verlo. Sus amigos y sus familiares empezaron a burlarse de su impotencia, porque, a fin de cuentas, ¿qué es un cazador que no es capaz de cazar? Avergonzado, el cazador juró que encontraría a Ghilan'nain y le haría pagar lo que le había hecho.

 

Y, en efecto, encontró a Ghilan'nain cuando salió de cacería con sus hermanas y la apartó de ellas con embustes y falsas palabras. Le dijo a Ghilan'nain que había aprendido la lección y que lo acompañara para enseñarle a realizar una ofrenda a la diosa. Conmovida por la súplica, Ghilan'nain decidió ir con el cazador, pero cuando estuvieron solos, este se volvió hacia ella. Primero la dejó ciega y luego la ató como se ata a las presas recién cobradas. Pero como estaba maldito, no pudo matarla, así que la dejó abandonada en el bosque.

 

Ghilan'nain suplicó ayuda a los dioses. Le rezó a Elgar'nan pidiendo venganza y a la madre Mythal pidiendo protección, pero, por encima de todo, le rezó a Andruil. La diosa envió unas liebres, que royeron las ataduras que la maniataban, pero Ghilan'nain, herida y ciega como estaba, no podía encontrar el camino de regreso a casa, así que Andruil la convirtió en un precioso ciervo blanco: la primera halla. Ghilan'nain regresó entre sus hermanas y la condujo hasta el cazador, a quien llevaron ante la justicia.

 

Desde aquel día, las hallas han guiado al pueblo sin permitir que se extraviara nunca, porque siguen la voz de Ghilan'nain.

 

--De El relato de Ghilan'nain, contado por Gisharel, custodio del clan Ralaferin de los elfos dalishanos.

 

Localización:

En las Llanuras Exaltadas. La estatua de una halla por el lado izquierdo del camino que va a "Las Ciénagas del Cuervo".