Guía Dragon Age: Inquisition
Códice - Historia
El misterio y concepto de las ocho sedas
Ocho sedas cuelgan en el Belle Marché. Ocho sedas que enmarcan el cielo y velan por la calma del comercio. Pero ¿por qué ocho? Esa pregunta la formulan una y otra vez visitante y filósofo. ¿Qué parte de la grandiosa historia de nuestra capital se refleja en esta sutil elección? ¿Las eras? Pero tenemos nueve, ¿y qué necio haría semejante predicción? No hay nada en la mentalidad orlesiana, en el corazón de Orlais, que sugiera el menor indicio de aceptar un fin a nuestra senda.
¿Será quizás entonces algo menos halagador, pero más soterrado? Se opina que el ocho representa a los gemelos de la emperatriz Yvette, nacidos el 7:99 que anunció la Era Bendita, y que serían los bucles entrelazados del propio número “8”, no su valor. Los más irreverentes sugieren que el “8” podría ser fácilmente un desaire a la figura de Yvette, pues se rumoreaba que, pese a su corpulencia, era testaruda en su elección de corsés. Ambas teorías son ridiculizadas por los historiadores, que las consideran meras obsesiones numéricas.
Lo que sale a relucir cuando consideramos la longevidad de la pregunta no es que haya un significado que encontrar, sino que hay en nosotros un deseo arraigado de buscarlo como si hubiese alguno. Pues necesitamos creer que un detalle tan prominente de la mayor ciudad que el mundo ha conocido jamás debe estar impregnado de significado. Y tan seguros estamos, que hacemos caso omiso incluso de las palabras del arquitecto, a quien la pregunta irritó tanto que hizo grabar la respuesta en su recuerdo conmemorativo:
“Había dieciséis barras”.
¿Qué decir de su “hecho” frente a nuestra búsqueda de la “verdad”?
--De “Nuestro corazón orlesiano” de la (anteriormente) hermana Laudine
Ve a la zona superior de Val Royeaux y por la parte Norte, baja por unas pequeñas escaleras a una especie de balcón intermedio en el que tienes que examinar la barandilla.