Guía Dragon Age: Inquisition

Códice - Lugares

Cuenca de la Espalda Helada

 

 

Cuenca de la Espalda Helada

 

Halvor suele llegar en Primaveria, pero dado el clima de los últimos tiempos, no lo había buscado. Es por ello que oír su voz en el mercado me sorprendió:

 

“¡Llanero! En mi siguiente visita me ibas a pagar una copa. Y una cena. A menos que no quieras cumplir con lo que apostaste.”

 

Puede que quisiera eludir la apuesta, pero estuve encantado de pagar la cuenta de la posada aquella noche. Le pregunté a Halvor adónde había ido la última vez, y me respondió que había estado comerciando con una marca avvarita en la cuenta de la Espalda Helada. Y entonces enarcó una ceja al ver mi cara. Así que le expliqué las historias que el tío nos contaba de niños, en las que bravas expediciones se perdían en lugares como el Acceso Occidental, las ciénagas de Nahashin... lo la cuenca de la Espalda Helada. Se rio y admitió que ese podía ser un lugar cruel. Describió bosques –más grandes que ninguno que jamás haya visto yo, seguro-- y pantanos oscuros. Su regla a la hora de viaja parecía resumirse en “ve con cuidado y alerta... porque cualquiera cosa puede matarte”, La vida salvaje es violenta, los riscos son escarpados y debes ser consciente de los deseos de los dioses (con esto se refería a sus dioses avvaritas). Evidentemente, la caza es buena; el comercio, justo; y la marca avvarita, impresionante.

 

“¿Pero la gente desaparece realmente en el bosque?”, le pregunté.

 

“Pocos llaneros lo cruzan. No sabría decir cuántos sobreviven”. Eso último era una broma, pero la verdad es que en mis planes inmediatos no entra visitar una marca.

 

--Carta de un mercader fereldeno a su primo de Pináculo

 

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Recursos disponibles aquí: Raíz élfica, Embria, Champiñón de las profundidades, Felandaris, Bendición arbórea, Everita, Argentita

 

Localización:

-Forma parte del DLC Fauces de Hakkon.

Se consigue al llegar a la nueva zona de la Cuenca de la Espalda Helada.