Guía Dragon Age: Inquisition
Códice - Cuentos e historias
La caza del lobo feroz
La mensajera corrió por el camino
y llegó sin aliento
al bastión de los auténticos cazadores
para hacerles llegar su lamento.
Ameridan, envuelto en piel de dragón,
y Haron, ataviado en bendito acero
aparecieron para oír las nuevas
llevadas con celo verdadero.
“En los páramos solitarios”, dijo ella,
“mora ahora una bestia abominable.
Cuando el día da paso a la noche,
ataca a todos, implacable”.
Tres almas se adentraron valientemente
en el pantano oscuro para ver.
Cuando el sol desapareció en el horizonte,
el guía de los cazadores echó a correr.
La luna se deslizó bajo los matorrales
y se oyó un grito terrible.
Bajo la luz argéntea, los cazadores vieron
llegar a la bestia temible.
Tenía el aspecto de un lobo
y el tamaño de Muerte del Leñador.
En sus ojos ardía un fuego primigenio
el Velo en cada aliento abrasador.
Los cazadores atacaron muy raudos.
El lobo demoníaco retrocedió,
pero para evitar el ataque de la bestia
la fuerza de los mortales no bastó.
Con una pata gigantesca, el monstruo
A Ameridan el Bravo golpeó.
Este voló por el pantano y
a una tumba de agua cayó.
Alrededor del pecho acorazado de Haron,
fauces draconianas se cerraron firmemente.
Así el monstruo se lo llevó
bajo la luz de la luna al oeste, prestamente.
Ningún ojo vivo quedó allí para ver
que del turboso pantano aparecía
bajo los oscuros cielos, y
encontrándose solo; Ameridan.
El escudo maltrecho de Haron
Halló en el pantano.
Acongojado, juró vengarse: cortaría la cabeza
de la bestia, su lucha no sería en vano.
Mientras, el lobo cruzaba la ciénaga
y se llevaba a Haron a su guarida,
un laberinto de cuevas sinuosas
a evitar hasta por el alma más aguerrida.
A la luz de las luciérnagas en la laberíntica cueva,
Haron luchó con valentía
para escapar de las fauces de la muerte
y poder contarlo otro día.
Empuñando su hoja, el caballero
atinó en el ojo del ser inmundo.
Que corrió a esconderse a la oscuridad con un grito rotundo.
El caballero herido en la oscuridad,
encontró en la penumbra de la cueva
un ídolo tallado en piedra tocada por el Velo.
Pensó, “Esto hará que el monstruo muera.”
En su soledad, Ameridan buscó
el rastro del lobo infesto.
A atravesar el corazón de la bestia
llegó a la cueva dispuesto.
Bajo la cueva sinuosa, buscando
al monstruo que matara a su amigo
y en la luz fantasmal
se encontró a la bestia al fondo temido.
Con una hoja ardiente, Ameridan
y el monstruo se volvieron a encontrar.
Mientras, en otro lado Haron batallaba
valientemente contra demonios guarda.
Cuando rompió la piedra demoníaca,
Ameridan golpeó duro.
Bestia y espíritu, ambos cayeron a la vez,
aunque ninguno de ellos lo supo.
Luego, heridos y a oscuras,
caminaron los cazadores
desde el fondo de la cueva
hacia nuevos albores.
Ameridan encontró a Haron
Herido, dando traspiés su figura.
Ambos se alegraron de encontrar al otro
y de haber escapado de una tumba segura.
Y cuando la noche se convirtió en día, los dos
contaron historia de su propio valor.
Y desde entonces, cada uno dice
que él venció solo, con candor.”
-Forma parte del DLC Fauces de Hakkon.
En “Punta de Nigel”, justo donde está Colette y hablas con ella por segunda vez al final de la misión Digno de publicarse.