Guía Dragon Age: Inquisition

Códice - Cartas y notas

Tramo de Razikale

La bruma apareció rápidamente, sumió al mundo en sombras y convirtió las piedras que teníamos bajo los pies en algo resbaladizo y traicionero. Sabía que tenía que encontrar refugio antes de que perdiéramos hasta esa leve luz siquiera. Andamos a tropezones, siguiendo la ancha espalda pintada de Ragnar y llegamos a un antiguo templo de Tevinter justo cuando los últimos rayos de sol nos abandonaron. Ragnar nos ordenó que levantáramos los refugios en el pasadizo de entrada y nos advirtió que no nos adentráramos en las ruinas. Su voz era un susurro inquieto, y supe de inmediato que estaba asustado. Con cuidado de no alarmar al resto de la expedición, lo aparté a un lado y hablé con él. Me dijo que algunos avvaritas creían que el templo estaba encantado por espíritus antiguos y vengativos. Los de Tevinter habían llegado aquí tiempo ha y erigido sus grandes templos, y un día, sin mediar aviso, los abandonaron todos. Ragnar estaba convencido de que habían hecho algo terrible aquí, aunque no podía explicarme qué. Fuera por el motivo que fuera, encontraba el templo profundamente perturbador, y nos había llevado ahí solo por desesperación.

Aquella noche dormí a ratos. Una vez, abrí los ojos y vi una luz ámbar que crecía y menguaba en intensidad, saliendo del segundo pasadizo. Parpadeé y desapareció. A la mañana siguiente, la bruma se había levantado y ya no estaba seguro de si había visto la luz o había soñado con ella.

--De los diarios de los viajes de ser Nigel, explorador y caballero