Guía Dragon Age: Inquisition

Códice - Cuentos e historias

Duro en Altaciudad: capítulo doce

 

 

Duro en Altaciudad: capítulo doce

 

Por Varric Tethras

 

Se dice que en el Bazar de Bajaciudad se puede comprar de todo. Viene a ser así. El día adecuado, encuentras vendedores pregonando especias de Seheron, patrimonio de paragones enanos desconocidos, mapas de fortalezas escondidas en las Donnarks y las joyas de la corona de Antiva. Y en ninguna librería de Thedas hay historias más disparatadas que en Bajaciudad.

 

Donnen Brennokovic se empeñaba en saludar a todos los tenderos para que el soniquete de “Guardia” llegar a oídos de los dos hombres enormes que lo seguían desde que había dejado a lady Marielle en Altaciudad.

 

Las señas que le había dado eran de un almacén del Barrio de la Forja, un distrito de la ciudad en el que solo había clavos metálicos y vagabundos. Donnen llamó a la puerta.

 

Un mayordomo de atuendo inmaculado lo saludó y le indicó que entrara. “Guardia Brennokovic. Messere Wagner os está esperando”.

 

Donnen lo siguió a través de un laberinto de oficinas hasta una sala trasera ornamentada con alfombras y tapices de seda que mostraban la ejecución de Andraste. Dos butacones forrados de cegadora seda blanca ocupaban el centro de la estancia. Sobre uno se sentaba un petulante pelirrojo ataviado por completo con resplandeciente seda brocada. El otro butacón estaba vacío.

 

“¡Guardia! Sentaos, por favor!. El caballero tenía un marcado acento de Refugio Celeste.

 

“¿Sois messere Wagner?”, preguntó Donnen.

 

“Soy proveedor de antigüedades, serah Brennokovic. Seugro que lady Dunwald os lo ha explicado”. Wagner encendió con cuidado una pipa hecha de heliotropo y aspiró. “Pero los dos somos hombres de negocios, guardia. Os queda poco para jubilaros, ¿verdad? Os voy a ofrecer una oportunidad”.

 

Donnen se fijó en el tapiz de la pira de Andraste. “Os escucho”.

 

Wagner lo miró a través de un velo de humo cada vez más denso. “¿Sabéis lo que tenía en su poder Seamus Dunwald, guardia? ¿Por qué merecía la pena matarlo?”

 

“Decídmelo”.

 

“La espada de Hessarian”. Wagner se echó hacia delante, estudiándolo atentamente.” La mismísima espada que atravesó el corazón de Andraste”.

 

Donnen lo miró inexpresivo. “Si lo creyera posible, yo diría que la espada valdría un dineral”.

 

“La mayoría de la gente la miraría y vería una chatarra oxidada. Ya no es la espada enjoyada de un arconte. Pero para el comprador adecuado, guardia, la espada vale un imperio. Conozco a un comprador así”. Wagner sonrió. “Está aquí. En Kirkwall. Y si me ayudáis a encontrarlo, os haré muy rico”.

 

Localización:

-Forma parte del DLC Intruso.

A los pies de la estatua por la parte trasera del bar del Palacio de Invierno.