Guía Dragon Age: The Veilguard
Acto 1: Señales y portentos - Capítulo 3
La hoja cantarina
Se activa automáticamente tras completar la misión principal anterior, Cruce de sombras.
Lo primero será hablar con Harding en el lugar del ritual, ahí mismo donde empiezas.
Abre esa puerta que está al fondo y verás a un engendro tenebroso huir con la daga de lirio, así que ve tras él y pronto te toparás con otro más grande y fuerte.
Rompe esos tablones pasado de largo el portón cerrado y primero ve al “balcón” de la derecha y da un pequeño salto a la derecha para recoger algunos objetos. De vuelta al interior, continúa subiendo por las ruinas y examina ese dispositivo para girar el rayo y que apunte al mecanismo sobre el portón para abrirlo.
Déjate caer por el bordillo y pasa por dicho portón, sin olvidarte de abrir el cofre con equipamiento que tienes justo delante.
Continúa hasta salir al exterior y en esa plaza empezarán a salir engendros tenebrosos de varios tipos, momento en el que además en el juego te enseñarán cómo se hacen ejecuciones... básicamente un ataque especial para rematar a un enemigo que esté aturdido (tras causarle suficiente daño).
Al realizar 5 ejecuciones, recibirás el logro/trofeo Entre Rook y la pared.
Con la zona despejada, sigue avanzando hacia la marca, destrozando los bultos para poder pasar. Al bajar las escaleras, antes de hacerlo del todo, date media vuelta y sube por el bordillo que te indicamos en Eliteguias con la imagen de arriba para encontrarte un cofre con equipamiento.
Da media vuelta y continúa bajando por las escaleras. Entonces, al otro lado de ese puente, primero tienes que destrozar el bulto rojo a la izquierda, luego el que está debajo del puente (segunda imagen de arriba) y finalmente ya podrás destrozar el del centro que bloquea el camino.
Allí dentro, aparte de un cofre con equipamiento, recoge el cristal de afuera y ponlo en el recipiente de dentro para abrir la siguiente puerta.
En la siguiente plaza, aparte del engendró grandullón, habrá unos “normales” lanzando jabalinas desde lejos. Ve hasta el rayo de luz de la parte izquierda y apunta con él al artefacto de la derecha sobre el portón.
Destroza el bulto tras la estatua pero todavía no pases por ahí, sigue por la derecha y destroza esas tablas de madera indicadas en la primera imagen de arriba. Entonces sube por la escalerilla que verás allí y arriba te encontrarás con el segundo rayo que deberás dirigir al otro punto del portón.
Tras ese portón tienes un cofre de equipamiento y algunas cosas más subiendo por la escalerilla.
Ahora sí, pasa por donde habías destrozado el bulto (o destrózalo ahora). Primero baja por la escalerilla para recoger algunos objetos y luego continúa por arriba.
Ábrete paso entre algunos engendros y al llegar a ese riachuelo, antes de seguir recto hacia la marca, ve hacia la izquierda para recoger algunos objetos y al fondo encontrar un cofre con equipamiento.
Ahora sí, continúa hacia la marca para encontrarte con la criatura que se llevó la daga de lirio, el Necrófago de lirio, al cual evidentemente tendrás que enfrentarte.
En cuanto lo derrotes verás una escena con la daga y al recuperar el control tendrás que enfrentarte a varios engendros “normales”... además de otra vez el Necrófago de lirio, que aparte de sus compañeros, esta vez vendrá con una segunda barra de escudo.
Cuando logres derrotarlo, esta vez de verdad, verás una serie de escenas tras las cuales ya se completará esta misión y dará comienzo la siguiente, Enemigo de mi enemigo.