Guía The Elder Scrolls V: Skyrim

Libros de habilidades

Canción de los alquimistas

 

 

-Habilidad: Alquimia

-Peso: 1

-Valor: 55

-Código: 0001AFC6

 

Se puede encontrar en las siguientes localizaciones.

 

Lugar 1

 

Cabaña de Anise

 

A los pies de la cama dentro de la Cabaña de Anise, al Suroeste de Carrera Blanca.

 

Lugar 2

 

En el mostrador de la librería en el Colegio de Bardos, después de aceptar el correspondiente objetivo vario de Lami (en la “Cabaña del taumaturgo” de Morthal).

 

eliteguias

 

Cuando el alquimista del rey Maraneon fue despedido

por un experimento de laboratorio que produjo un estallido,

se corrió la voz de que el rey tenía en mente

contratar a un nuevo sirviente

para que mezclara sus brebajes y pociones,

aunque declaró que exigiría ciertas condiciones:

que los chicos conocieran todo truco y herramienta,

pues el rey no contrataría a ninguno más de inteligencia lenta.

 

Tras deliberaciones, discusiones y debates varios,

el rey escogió a dos eruditos peticionarios,

lantipo Minthurk y Faer Enfático,

un ambicioso par simpático.

 

Por demostrar quién era el mejor deberían competir,

así que el rey afirmó: “Os someteréis a una prueba para poderlo medir”.

 

Hierbas, gemas y grandes libros en una gran sala se encontraban,

y junto a calderos y medidores bajo una alta y cristalina cúpula les esperaban.

 

“Preparad un tónico que me haga invisible”,

rio el rey con un tono que muchos catalogarían de risible.

 

Así que Faer Enfático y lantipo Minthurk, los dos,

se pusieron veloces a su labor:

Picando hierbas, machacando metales y fabricando extraños aceites refinados,

llevaron sus calderos hasta una fogosa ebullición con muchos cuidados.

 

Cada uno a lo suyo, en los cuencos de mezclas mezclando,

y, a veces, mirando lo que su compañero estaba manejando.

 

Pasados casi tres cuartos de hora de trabajo,

lantipo Minthurk y Faer Enfático se guiñaban con desparpajo.

 

Considerándose cada uno ganador de fijo,

oyeron lo que el rey Maraneon dijo:

“Ahora probaréis las pociones que fabricasteis con esmero,

coged una cuchara y llenadla en vuestro caldero”.

 

Cuando los labios de Minthurk rozaron el brebaje, desapareció,

pero cuando Enfático probó el suyo, bien a la vista quedó.

 

“¿Que con una mezcla de plata, azules diamantes y hierba amarilla lo has hecho?”

El rey rio diciendo:

“¡Enfático, mira allí arriba, pegado al cristal del techo!

La luz que caía influyó en tu elección de ingredientes,

causando resultados bastante diferentes”.

 

“¿Qué se consigue...”, preguntó la audaz voz flotante,

“... mezclando hierba azul, oro y rojo diamante?”

“Por [dios dwemer]”, respondió Enfático pidiendo clemencia,

“he conseguido una poción para aumentar mi propia inteligencia.

 

Nota del editor:

 

Este poema al más puro estilo de Gor Felim no necesita ningún comentario. Recalcaré el sencillo esquema rítmico AA/BB/CC, la métrica tan sonora e intencionadamente chapucera, así como los recurrentes, chistosos y obviamente absurdos nombres: Justo Enfático y lantimujer Fabricaorco.

 

La última gracia consiste en que el alquimista estúpido se inventa una poción que le hace más inteligente por puro accidente. Esto podría haber apelado al antintelectualismo del público durante el periodo del interregno, aunque esto es algo que probablemente nieguen los dwemers.

 

Es necesario recalcar que incluso “Marobar Sul” decide no nombrar a ningún dios dwemer. La religión de los dwemer, si es que se puede denominar así, es uno d ellos rompecabezas más complejos y difíciles de su cultura.

 

A lo largo de los milenios, esta cancioncilla se hizo muy popular en las tabernas de Roca Alta antes de que, finalmente, desapareciera hasta quedar relegada únicamente a libros eruditos. Al igual que los propios dwemer.

 

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