Guía Thief

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Historia IV

 

 

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No olvidemos, sin embargo, que el cuidar de los enfermos mentales tiene su precio. Debemos pagarlo con atenciones, paciencia y sangre. Porque es de nuestra sangre de la que provienen esas pobres criaturas y es a nosotros que deben sus peculiares sentimientos.

 

Tomemos, por ejemplo, el maestro de ladrones sigilosos, el cual tantos dicen ser en estos tiempos de aflicción. Es un hombre al que tienta en extremo lo que no le pertenece... un deseo descarriado de ver el mundo en un orden del cual no puede apartarse...

 

-Capítulo: Capítulo 5: Los desamparados

 

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