Guía Horizon: Zero Dawn

Observatorios

Bryce Orbital

 

 

AUDIO:

 

Día 12. Cuando vimos el arco acelerador sobre un pilar de llamas en el cielo nocturno, me cogiste la mano, la apretaste y dijiste que había dejado el nombre de la familia en el firmamento.

 

TEXTO:

 

Hola, mamá:

 

Última parada. Cuando termine, ya habré dicho todo lo que tenía que decir.

 

Solo era un despegue rutinario, pero para nosotros podía haber sido tranquilamente el Apolo 11. Era mi primer encargo: un buscador extractor con un sistema de propulsión mejorado que había diseñado.

 

El vehículo se dirigía a M89282, un asteroide rico en rutenio y tungsteno. Lo que era un encargo para Metallurgic se convirtió en un acontecimiento familiar en toda regla.

 

Y allí estábamos, a la intemperie mientras la noche caía y las estrellas aparecían. Sí, me acordaba de aquella noche, hace años, cuando mirábamos juntos las perseidas, hablando y soñando con ese momento.

 

Tú también te acordaste, porque cuando el acelerador despegó y se elevó, dejando una estela de fuego en el cielo, me cogiste la mano y dijiste que había escrito el nombre de la familia en el firmamento.

 

Incluso entonces supe que no era así. El vehículo se dirigía a una roca, no a una estrella. Solo era un despegue rutinario, no una expedición. Pero mi corazón no atendía a esas nimiedades. Me limité a sonreír y apretar tu mano.

 

Era el momento más feliz de mi vida. Tú y yo, mamá. Era el principio de algo grande, nada podía pararme.

 

Pero cuando moriste y me vine abajo, el significado de aquella noche... cambió. Todo lo que una vez me pareció maravilloso había degenerado en una mentira.

 

Y fue así porque en realidad era mentira. No había escrito nada en el firmamento. Claro que aspiraba a trabajar en un proyecto de la envergadura de una sonda para explorar el espacio profundo o una colonia espacial. Pero eso nunca ocurrió, y ahora que mi carrera ha terminado, nunca ocurrirá.

 

Más tarde, cuando me enteré de lo de la plaga, ese recuerdo me atormentó más si cabe. No solo yo fracasé al escribir una historia en el firmamento, sino todos nosotros. Toda la especie.

 

Todos nuestros avances, nuestra tecnología, nuestra lucha... Todo se quedó en nada.

 

Últimamente, he estado contemplando mucho el firmamento, mamá, y la única historia que veo es que somos pequeños e insignificantes, y que pronto desapareceremos sin apenas dejar rastro.

 

Es una historia triste, y no es santo de mi devoción. Supongo que por eso en estos últimos doce días he tratado de contar una historia distinta.

 

No es una gran historia que perdurará en el firmamento, sino una minúscula, escrita en la humilde tierra del único mundo que llegaremos a conocer.

 

No tengo la esperanza de que alguien sobreviva para leerla. Pero independientemente de que eso pase, la veracidad de la historia prevalece:

 

Érase una vez, en un planeta Tierra, un muchacho llamado Bashar que quería muchísimo a su madre.

 

Adiós, mamá. Te quiero.

 

Bashar Mati

Hijo de Aamaal y Bayhas Mati

Hijastro de Wyatt Mahante

24 de noviembre de 2064

 

Cómo conseguirlo

 

Bryce Orbital

 

Bryce Orbital Bryce Orbital

 

Se puede acceder perfectamente por la parte Suroeste, a base de pequeños saltos por las rocas aunque no haya camino.