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Academia de combate aéreo

 

 

AUDIO:

 

Día 2 del Tour Apocamierda. Mi padre dio aquí un curso de historia militar de 300 temas sobre la era del poderío aéreo humano. Como si hubiera impartido tácticas medievales de asedio. Tenía ocho años cuando murió.

 

TEXTO:

 

Hola, mamá:

 

Una vez me trajiste aquí para ver cómo papá daba clase. No lo sabía en su momento, pero parecía una clase del siglo XX. Él estaba detrás del atril de un auditorio físico, y alzaba su voz sin amplificar para que los cadetes de carne y hueso lo escucharan desde sus sillas de plástico. Estábamos en el 45 o el 46, y ya debían de haber automatizado el 60 o 70 por ciento de nuestras fuerzas aéreas, pero su academia estaba chapada a la antigua, y nunca mejor dicho.

 

Supongo que el pintoresco lugar encajaba con la asignatura que impartía: “El poderío aéreo humano desde 1909 hasta ¿?”. Los cadetes seguramente interpretaban los signos de interrogación como signos de idealismo... o de ignorancia deliberada. Para ellos, la era de los pilotos humanos había acabado, pero no para papá. Todavía recuerdo las medallas que guardaba en el cajón del dormitorio, con sus inscripciones en sánscrito (“Toca el cielo con gloria”, dijiste que significaba una). Incluso cuando era comodoro en la IAF tenía la cabeza en las nubes. Seguía recordando lo que era sentarse en una cabina, con la mano en una palanca de mando y el dedo sobre un gatillo.

 

Y así fue como murió, el 5 de junio de 2048. En el funeral, un representante de Metallurgic International dijo que deberíamos sentirnos orgullosos de que muriera “defendiendo el libre mercado. Era mentira, lo supe incluso entonces. Él murió defendiendo los intereses de M. Int en una mina de tantalio, así fue como murió. ¿Y por qué no llevamos la sinceridad más allá? En realidad murió porque M.Int no era lo bastante rica como para permitirse una flota completamente automática, porque no salía rentable actualizar un Razorwing militar con equipo electrónico de guerra mejorado. Murió porque los pilotos de combate humanos quedaron tan obsoletos como las carcasas en las que los metían, y eran igual de prescindibles.

 

Cuando él cayó haciendo espirales en la jungla, nuestra familia se estrelló con él. Estuviste semanas sin salir de la cama, luego el hospital, yo me quedé con los vecinos... Cuando te recuperaste, me dijiste todo lo que había que decir y me prometiste que estaríamos bien, pero aun así no me lo creí.

 

Algo se había roto entre nosotros. Me sentía como un huérfano, y nada parecía importarme ya. Así estuve durante siete años... hasta que me hallé al borde de la muerte.

 

Cómo conseguirlo

 

Academia de combate aéreo

 

Academia de combate aéreo

 

Escala la pequeña montaña por el lado que te indicamos con las imágenes.