Guía The Witcher 3: Wild Hunt
La calma antes de la tormenta
Se activa automáticamente tras haber completado la misión anterior El que no tiene nombre.
-Zona: Skellige
-Nivel recomendado: 14
Curando recuperes el control de Ciri tras las escenas iniciales, tendrás que seguir a Astrid por el poblado hasta llegar a la sauna y una vez allí, entra en la sala indicada para cambiarte de ropa, pudiendo elegir si quedarte desnuda (en ropa interior) o ponerte una toalla, siendo la única diferencia en los diálogos que se mencionará lo del tatuaje de la rosa.
En la sauna cuando te mencionen a Skjall puedes decir que no esta mal, que parece simpático o que prefieres las mujeres.
A lo que seguramente os estéis preguntando, ni idea... en Eliteguias no se han leído los libros y en el juego aunque dan a entender que Ciri es bixexual, tampoco lo dejan muy claro del todo.
Cuando salgas de la sauna, aunque sea opcional antes de nada tómate un trago de aguardiente de Freya para calentarte y salta al agua ahí mismo para enfriarte y regenerarte. Finalmente regresa al vestidor para ponerte tus ropas, aunque no exista esa opción como tal, simplemente entra en el menú, sal de él y ya estarás vestida.
Dirígete a los establos para hablar con Skjall y.... y nada, por que pronto la cacería salvaje interrumpirá el momento y tendrás que luchar contra un par de guerreros y sabuesos.
Cuando Skjall te lo indique, dirígete a los establos y en un principio da igual lo que le respondas aunque sea una respuesta con tiempo. Tendrás que llegar a caballo hasta la Roca del Ahogado fijándote en los puntos rojos del mini-mapa para esquivar con más facilidad a los y sabuesos de la cacería salvaje. Aquí la clave está en evitar que te golpeen, no en simplemente llegar a la meta.
Una vez llegues a tu destino, verás una serie de secuencias con las que ya habrás completado esta misión. Y, suponiendo que ya hayas completado todas las zonas de Velen, Novigrado y evidentemente esta de Skellige con esta misión, sigue leyendo en Tras los pasos de Ciri o directamente en la primera misión del acto II, Patito feo.