Guía The Witcher 3: Wild Hunt

Hearts of Stone

Espada, hambre y perfidia

 

 

Espada, hambre y perfidia Espada, hambre y perfidia

 

Dirígete a ese punto indicado al Norte de Novigrado y cuando llegues lo primero será derrotar a unos cuantos Anegados en el exterior de esa cabaña.

 

Espada, hambre y perfidia Espada, hambre y perfidia

 

Ahora entra en la propia cabaña y el cadáver con la nota al inicio no hace falta que lo examines, tan solo rompe los barriles con la señal Aard o con la espada, y en ese sótano/cueva examina el cadáver para conseguir una “Llave oxidada” y la “Carta escrita con sangre”, activando así esta misión (antes de irte no te olvides de abrir el cofre parar recoger unas cuantas monedas).

 

-Zona: Novigrado

-Nivel recomendado: 36

 

Carta escrita con sangre

¡Hermanos!

 

Os escribo con mi propia sangre, así sabréis qué destino me aguarda.

 

Siguiendo las órdenes de M, he viajado a Novigrado para coger provisiones y vender la última remesa de fisstech. Dejé a los hombres a mi cargo en el barco junto con la mercancía y el dinero y fui a la cabaña de la playa para esperar a los hombres de BH. Cuando llegaron, ya era bastante tarde y uno de ellos llevaba un saco a la espalda. El saco no contenía las coronas de Novigrado prometidas, sino las cabezas de mis hombres. Los canallas exigieron saber dónde estaba el fisstech, pero solo les hablé de la caja del barco, que nunca podrían abrir sin la llave. Mi idea de metérmela en el culo justo antes de que me atraparan resultó acertada, pues la buscaron por todas partes excepto ahí. Aunque me interrogaron con dureza, les oculté la verdad. Les indiqué que uno de los hombres a los que habían asesinado en el barco llevaba la llave y que mi papel era solo de negociador. Querían matarme en el acto, pero a su capitán se le ocurrió otra idea en el último momento. Me enceraron en esta maldita jaula para que me marchitara y muriera lentamente de hambre y sed.

 

El segundo día de mi cautiverio oí los gritos de mis captores. No sé si veía visiones o lo que contemplé era cierto, pero parecía que unos sumergidos emergían del agua y devoraban vivos a los muy bastardos. El problema era que ellos (los bastardos, no los sumergidos) me habían encerrado con tal seguridad que no había manera de escapar...

 

Llevo seis días aquí sentado. Dejé de sentir hambre después del tercero, pues mis tripas se han cerrado sobre sí mismas. Ahora solo sueño con beber. Daría todo el oro del mundo por un sorbo de agua. Podría estar rancia y llena de larvas, que aun así la engulliría con voracidad. Me bebí mi propia orina durante los primeros días, pero ya no la produzco.

 

No me queda nada. Ni siquiera esperanza. Lo único que me mantiene cuerdo es la tarea de escribiros esta carta. Adiós.

 

Anselm

 

Espada, hambre y perfidia

 

Tras leer la carta en tu inventario, sal de la casa, nada hasta el punto indicado al Suroeste y bucea para encontrar el cofre en los restos del barco hundido. Ábrelo para completar la misión y recoge su contenido (Piedra rúnica de Stribog mayor x1, Piel de cerdo x1, Glifo menor de Aard x1, Florines x18).

 

RECOMPENSA

 

El contenido del cofre