Guía The Witcher 3: Wild Hunt

Personajes

Triss Merigold

 

 

Triss Merigold

 

Siempre he considerado un motivo especial de orgullo el poder contar con Triss Merigold de Mribor entre mis amigos más íntimos y queridos. Esta hechicera de talento excepcional fue una estrella rutilante en su profesión, la antigua consejera del rey Foltest y famosa heroína de la Batalla de Sodden, conocida como “la Decimocuarta de la Colina”. Y no se parecía en nada a sus hermanas de magia, casi siempre altaneras. Su ingeniosa mente, su sonrisa cálida y su considerable encanto personal siempre le habían ganado hasta el más duro de los corazones. Aunque personalmente mi relación con Triss siempre fue de naturaleza fraternal, en un momento dado Geralt de Rivia encontró irresistibles sus atractivos. Desde entonces, los dos estuvieron unidos por sentimientos mucho más profundos que una gota superficial de amor pasajero.

 

Yennefer le dijo a Geralt que Triss se había ido a vivir hacía poco a la ciudad libre de Novigrado.

 

Al parecer, Triss se había escondido de los llamados “cazadores de brujas” que perseguían a quienquiera que usara magia en la ciudad y había acudido a uno de los líderes del hampa del lugar en busca de protección.

 

Tras dar unas cuantas vueltas, Geralt encontró a la hechicera, que efectivamente había hecho un trato con el llamado Rey de los Mendigos. Este la protegía y, como pago, ella prestaba servicios mágicos a la organización. Aunque Triss no sabía nada de Ciri ni de su estancia en Novigrado, prometió hacer todo lo que estuviera a su alcance para ayudar a Geralt en la investigación.

 

Aunque en teoría Triss y Geralt habían puesto fin a su relación hacía medio año, estaba claro que los sentimientos que sentían el uno por el otro no se habían desvanecido tan fácilmente. Para afrontar esto, la hechicera hizo ver que no había pasado nada, y el brujo, como de costumbre, disfrazó tímidamente sus sentimientos con una mezcla de interés dubitativo y falsa indiferencia. Debe decirse que ambos manejaron la situación con bastante torpeza.

 

El plan para acercarse a Caleb Menge que Triss le presentó al brujo era muy arriesgado y la ponía en gran peligro. No obstante, la hechicera era consciente de que la vida de Ciri podía estar en juego y por ello no dudó ni un momento.

 

La risa de la hechicera, la mirada en sus ojos azules de aciano, el recuerdo de los encantadores momentos pasados juntos... seguramente todo eso pesó en la decisión de Geralt de besar a Triss en e jardín de los Vegelbud. Y aunque su momento de dulce olvido duró poco, avivó como un vendaval los sentimientos entre ellos.

 

Aunque Triss y Geralt quisieron despedirse definitivamente en aquel muelle de Novigrado azotado por el viento, al final la hechicera decidió no partir hacia Kovir. Sabía que, cuando Geralt le pidió que se quedara, el brujo le estaba abriendo su corazón por vez primera.

 

Geralt y Triss volvieron a encontrarse en Kaer Morhen. Triss acudió en respuesta a la petición de Yennefer de ayudar a defender a Ciri, a la que siempre había considerado una hermana pequeña.

 

Alternativa

 

No por primera vez, Geralt demostró lo niño que era en las cuestiones relativas al bello sexo. Aunque os puedo garantizar por experiencia que hay mujeres dispuestas a compartir a un hombre con su mejor amiga, cuando se intenta hacer eso con alguien al que uno ha declarado su amor verdadero e imperecedero, la cuestión se suele resolver de una manera completamente distinta. Jugar con los sentimientos de Triss terminó con una gran humillación para Geralt. Un destino que debo admitir que el brujo se había ganado a pulso.