Guía The Witcher 3: Wild Hunt

Personajes

Shani

 

 

Shani

 

-Pertenece a la expansión Hearts of Stone.

 

Geralt se introdujo en las cloacas de Oxenfurt con la idea de cazar a un asqueroso monstruo. Así pues, podéis imaginar cuál fue su sorpresa al encontrarse en uno de los húmedos y fangosos pasillos con Shani, una antigua y muy querida amiga. Geralt y yo conocimos por primera vez a esa extraordinaria mujer hace años, cuando todavía era una alumna inexperta, pero para entonces se había convertido en una reputada doctora y en una valiente médica de campo del ejército redaniano.

 

Esta ocupación la llevó, junto con una unidad de soldados de escolta, a descender a las cloacas. Su misión era recoger una muestra del veneno escupido por el engendro que merodeaba por allí. Geralt, un caballero de pies a cabeza, accedió a ayudarla en su tarea.

 

El encuentro entre Geralt y Vlodimir von Everec provocó que el brujo recordara la pasión mutua (aunque pasajera) que había sentido por Shani. También se dio cuenta de que su corazón aún albergaba una pequeña llama de sea pasión...

 

En ocasiones, el destino escribe historias tan estremecedoras que ningún poeta se atrevería a firmarlas, por miedo a que su público se mofe de él por considerarlas en demasía extravagantes. Tal fue el caso cuando Geralt y el fantasma de Vlodimir von Everec compartieron el mismo cuerpo durante una noche y acompañaron a Shani a la boda de Aldona, su amiga de la Academia. Algunos habrían sido incapaces de disfrutar de la noche con esta inusual compañía, pero Shani no. A la vista del buen gusto en la decoración de la boda y al olor de las serbas, que le trajeron a la memoria entrañables recuerdos de su infancia, Shani sintió que retornaba el despreocupado desenfreno de sus años mozos y, llena de alegría, se dejó llevar por la algarabía de la celebración.

 

Una cosa está clara: Shani no se aburrió en compañía de Vlodimir von Everec, quien la abrumó con las manifestaciones de sus ardiente deseos y la sedujo con su irreflexiva energía. Sin embargo, cuando llegó la hora de que volviera al más allá, ella suspiró de alivio, pues a partir de ese momento podía pasar algo de tiempo con Geralt, que era mucho más sensible y predecible (aunque Vlod habría dicho que era un muermo).

 

Una tarde que comenzó de forma agradable se convirtió en una noche de éxtasis, contemplando el dorado amanecer a la orilla de un lago, bajo la serenata de los primeros murmullos del despertar de la naturaleza. A pesar de que Shani parecía encantada con el rumbo de los acontecimientos, la brisa de la mañana mudó su estado de ánimo y comenzó a reflexionar. Se despidió de Geralt, explicándole que tenía que pensar detenidamente en lo que acababa de suceder.

 

El destino quiso que Shani no se quedara mucho tiempo en su ciudad natal, Oxenfurt. Mientras continuase la guerra tenía que obedecer las órdenes del ejército redaniano y su comandante decidió enviarla a Kaedwen, el frente oriental del conflicto. Antes de partir, informó a Geralt de la existencia de un tal profesor Quitatrabas, que podría ayudar a Geralt en el asunto de Gaunter O'Dim. Geralt dio las gracias a su amiga y se despidieron, esperando volver a encontrarse más tarde o, preferiblemente, más temprano.