Guía Dragon Quest XI: Ecos de un Pasado Perdido

Bosque Primigenio y Castillo de Heliodor

 

 

Tras el Viaje al pasado y al terminar la pequeña reunión con tus amigos (que evidentemente no saben nada de lo que ha pasado), ve por la puerta de la catedral para salir a las Tierras Altas de Arbolia.

 

Altar de Yggdrasil

 

En cuanto puedas, toma un pequeño desvío al Norte para abrir un cofre que contiene una minimedalla. Luego continúa ya sin más complicaciones hasta llegar al Bosque Primigenio. Aquí tampoco hay nada nuevo de interés, así que ve directamente hasta el Altar de Yggdrasil (no sin antes abrir un cofre con una minimedalla dentro) para colocar los orbes.

 

Corazón de Yggdrasil

 

Aparecerás en el Árbol del Mundo, así que avanza por el único camino disponible hasta el nivel superior y luego al Corazón de Yggdrasil, pero prepárate por que tendrás que combatir contra un jefazo... un viejo conocido.

 

Jaspe

 

Esta vez sí que podrás derrotar a Jaspe, no como la anterior que era imposible por muy bien preparado que fueras. Con el personaje principal usa la habilidad de esgrima “Danza de la espada”, ya que le harás bastante daño con cada ataque. Con el resto de personajes céntrate primero en curar (con los que puedas, claro) aunque tampoco desaproveches la oportunidad de atacar con ellos, ya que aunque a estos niveles no puedan hacer mucho daño, todo ayuda. Ten en cuenta que si Jaspe se protege de nuevo con el orbe, tendrás que atacarle primero con el protagonista para que los demás puedan dañarlo.

 

Tras el combate, la “Espada de las sombras” se habrá roto, pero por suerte podrás volver a conseguir la “Superespadaspada de la Luz” en el Corazón de Yggdrasil.

 

Castillo de Heliodor

 

Ahora vamos a ir de vuelta al Castillo de Heliodor. Sube las escaleras centrales a la sala del trono en donde verás una escena en la que te reciben como un héroe.

 

Cuando recuperes el control, sal del comedor por la puerta Norte para entrar en la cocina y pasa por la siguiente puerta a la derecha para encontrarte una minimedalla y una Simiente de defensa dentro de los barriles. Sal por la siguiente puerta de la cocina y entra en la primera habitación a la izquierda (o derecha según el minimapa; allí dentro encontrarás un cofre con un Brazalete poderoso y unos Calzones en el armario de justo al lado.

 

Puedes hablar con tus compañeros si quieres, pero para continuar, regresa al hall principal y sube las escaleras centrales a la planta intermedia y las de justo a la izquierda para entrar en los aposentos de invitados. Examina la cama para pasar la noche y verás una escena...

 

Al recuperar el control, asegúrate de hablar con el sacerdote que habrá aparecido en las escaleras y luego dirígete a la sala del trono para enfrentarte a un jefazo.

 

Mórdegon

 

Se trata de Mórdegon en su forma verdadera y tú por tu parte contarás con la ayuda de Hendrik, aunque tan solo como invitado, así que cualquier habilidad de apoyo que pueda usar siempre será bienvenida.

 

Antes de nada, prácticamente desde el inicio, Mórdegon invocará unos “Báculos siniestros”, pero en Eliteguias te recomendamos que pases de ellos a no ser que ataques con habilidades/hechizos que afecten a todos los enemigos a la vez. Aparte de eso, tiene varios ataques distintos, pero sin duda el peor es la “neblina púrpura”, ya que mientras esté activo, tanto la curación como cualquier efecto beneficioso se verá revertido (aceleración te desacelera, la curación te daña, etc...), así que tenlo en cuenta mientras tanto.

 

El atacante principal será el protagonista, al cual deberás aplicar “Doble potencia” con Servando o Verónica, y a poder ser, ataca con las habilidades “Danza de espadas” y/o “Espadazo despiadado”. Con Verónica puedes aprovechar para usar el conjuro “Explosión” si los báculos están presentes y lo mismo con Jade y su habilidad “Multiembestida”.

 

Cuando logres vencerlo, verás una serie de escenas, tras las cuales recibirás el trofeo La batalla definitiva. Ahora continuemos la guía en la sección De vuelta al Refugio Celestial.