Guía Red Dead Redemption 2

Capítulo 5

Un déspota amable y benevolente

 

 

Medallas

 

-Pon a salvo a Javier en menos de 2 minutos.

-Consigue 10 tiros a la cabeza.

 

Misión

 

Un déspota amable y benevolente

 

Tras completar la misión anterior, Se desata la barbarie, habla con Dutch en el punto indicado junto a la cascada para comenzar ésta. Pon una marca en él en el mapa si quieres, pero aparte de no seguir directamente la ruta, procura tener cuidado con los enemigos por el camino y que no te detecten.

 

Un déspota amable y benevolente Un déspota amable y benevolente

 

Síguelo por los salientes estrechos y luego una vez dentro de la cueva sigue a Gloria por los túneles de ésta. Al final os toparéis con una puerta metálica cerrada, así que acércate a ella y pulsa repetidamente X/A mientras mantienes el stick izquierdo hacia arriba.

 

Un déspota amable y benevolente Un déspota amable y benevolente

 

Ya en el exterior, sigue a Dutch agachado hasta los guardias, teniendo que encargarte sigilosamente tú del de la derecha, mientras que él irá a por el otro; acto seguido esconde sus cuerpos tras el pozo para que no los vea nadie. Cuando entréis en el edificio, cúbrete tras la puerta y espera a que los guardias se separen, entonces entra en la sala para encargaros de ellos, teniendo que eliminar tú esta vez al de la izquierda.

 

Un déspota amable y benevolente Un déspota amable y benevolente

 

Acto seguido tendrás que sabotear la refinería y para ello raja los sacos de azúcar, cierra la persiana y gira la válvula al fondo. Todos estos puntos ya estará marcados en el propio juego.

 

Un déspota amable y benevolente Un déspota amable y benevolente

 

Al terminar, sal por la puerta junto a Dutch y síguelo hasta liberar a Javier, momento en el que los guardias comenzarán a perseguiros y tendrás que pararte a eliminarlos según vais huyendo. La prioridad es huir, pero tendrás que pararte según lo veas necesario para eliminar al menos a algunos de los que os persiguen.

 

Un déspota amable y benevolente Un déspota amable y benevolente

 

Continúa a través de las plantaciones y cuando por fin lleguéis al río, en lugar de seguir huyendo, ahora el objetivo será contener a los guardias que van llegando. Es imprescindible que te centres primero en los que aparecen por arriba en el acantilado, ya que esos te alcanzarán igualmente aunque estés tras cobertura.

 

Cuando acabes con todos verás una escena con la que completas esta misión y automáticamente comienzas la siguiente, No hay furia comparable.