Guía Red Dead Redemption 2

Epílogo (parte 1)

La rueda

 

 

Medallas

 

-Llega hasta Pronghorn sin que se caiga ninguna provisión.

-Hazte con el carro en 1 minuto o menos.

 

Misión

 

Comenzarás esta primera misión del epílogo automáticamente tras haber “completado” el juego con la misión anterior Red Dead Redemption. Y aunque en Eliteguias no te contemos nada de lo que pasó, por las capturas de pantalla vas a ver igualmente un “pequeño” Spoiler, así que avisado/a quedas...

 

En cualquier caso, antes de comenzar podrás realizar la última parte de la misión de forasteros Un mundo mejor, un nuevo amigo, así como dos nuevas misiones de cazarrecompensas, con “Esteban Cortez” y “Joaquín Arroyo”.

 

NOTA:

Y sí, podrás seguir completando igualmente sin problema todo lo que tuvieras pendiente hasta ahora, menos claro está, lo que tuviera “fecha de caducidad”. Y otro dato importante es que la zona de Blackwater ya no estará en alerta máxima... (sí, ya era hora...).

 

Pero ten en cuenta que tanto tu honor como los ahorros se resetearán por completo. Y tampoco contarás con el caballo principal por razones evidentes...

 

La rueda

 

Dicho eso, estarás automáticamente conduciendo el carro y tu tarea será llevarlo hasta Strawberry, lo cual no tiene ninguna complicación.

 

La rueda La rueda

 

Al llegar, primero entra en la tienda que tienes justo delante para hablar con el dueño. Acto seguido sal de aquí y cruza el puente para ir a la consulta del médico y reunirte allí con Abigail.

 

La rueda La rueda

 

Vuelve al carro y condúcelo hasta el rancho Pronghorn. Tan solo tienes que tener cuidado de que no se te caiga ninguna provisión, así que ve despacio, no hay prisa. En cuanto llegues, unos individuos te robarán el carro, así que móntate rápidamente en el caballo que tienes justo delante y cabalga a toda prisa tras ellos. Ponte a su misma altura por un lateral y da un salto al carro para hacerte con el control, entonces tan solo tienes que ir de vuelta al rancho con él para completar la misión.

 

Ahora sigamos con Pequeños placeres.